Abrí la puerta del departamento y la volví a cerrar detrás de mí. Estaba totalmente agotada. Me lancé al sofá y largué un muy necesario suspiro. El día de hoy no había sido fácil para mí. Sí, sonreí como pude y reí a carcajadas con las tonterías de Cameron, pero eran reacciones vacías, sin sentido, yo me encontraba realmente mal.
Llegar a la universidad sin Jaxon fue muy doloroso. Siempre llegábamos juntos, almorzábamos juntos, nos íbamos juntos, lo hacíamos todo juntos, y en estos momentos siento que me falta la mitad de mi alma. Me limpié las lágrimas que se deslizaron por mi mejilla silenciosamente y corrí escaleras arriba, necesitaba un baño antes de salir. Después de una corta ducha, me vestí lo bastante abrigada, la ciudad aún está cubierta de nieve y hace un frío enorme. Tomé mi bolso y las llaves de mi auto y tomé camino a casa de los padres de Jaxon. Cuando llegué estacioné en el jardín y me dirigí hacia la casa.
—Que gusto verte Debby, la Señora Paty necesita mucho de su compañía.—Me saludó Carmen, la ama de llaves.
—¿Cómo estás, Carmen?—La saludé mientras entraba al living de la casa.
—Pues tratando de seguir adelante, la partida de mi niño ha sido muy dura.—Dijo absorbiendo la nariz.
Carmen ama con toda su alma a Justin y a Jaxon, sé que le ha dolido mucho tener que ver a Jaxon morir.
—¿Dónde está Paty?—Pregunté ya que la casa estaba en total silencio.
—Está arriba en su habitación, no ha querido salir, ni siquiera para comer, me preocupa.
Asentí.
—Yo me ocuparé.—Subí las escaleras de la gran casa para dirigirme a la habitación de mi suegra.
El pasillo era lo bastante largo, pero la habitación de Paty era la principal, así que llegué lo bastante rápido. Suspiré un segundo y abrí la puerta lentamente, y luego la cerré detrás de mí. Patricia estaba recostada en la cama con varias fotografías encima de ella. Al verme más lágrimas se resbalaron por su mejilla y yo no pude contener las mías. Me acerqué y la abrasé fuertemente, sé que es un dolor muy grande, tal vez cuando sea madre pueda comprenderlo mejor.
—Ya, calma Paty, calma.—Susurré mientras le acariciaba el cabello de arriba hacia abajo.
—Lo perdí, perdí a mi niño para siempre Debby.—Lloró como sólo una madre puede hacerlo.
—Lo sé, lo sé, pero tenemos que ser fuertes, no podemos dejar que la tristeza nos consuma.
Minutos de silencio pasaron mientras yo aún la abrazaba y le acariciaba el cabello. Patricia McBroom es una mujer preciosa, inteligente y muy entregada a su familia. Jaxon y Justin son sus únicos hijos, y ahora sólo le queda Justin. Jaxon era el hijo más rebelde y más problemático, mientras que Justin es el más tranquilo y dulce. Eran diferentes en algunos aspectos, pero muy idénticos en otros. Me separé de Paty y me senté a su lado para conversar un poco con ella.
—Carmen me ha comentado que no has querido comer nada, y créeme, no sólo Jeremy se molestará, también Justin y yo igual, tienes que comer.—La miré con reproche.
—No tengo apetito, no quiero comer, sólo quiero morirme.—Sus lágrimas volvieron a cubrirle la mejilla.
—No digas eso Paty, tienes un esposo y un hijo que te aman. ¿Qué crees que diría Justin si te escuchara? Creería que no lo quieres.
Suspiró y bajó la cabeza.
—Tienes razón.
—Voy a pedirle a Carmen que te traiga algo rico de comer, y yo me encargaré de que te lo comas todo.
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Ámame Sin Medidas #1
RomancePRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA ÁMAME. Justin siempre ha suspirado por Debby. De una manera u otra por años intentó ocultar esos sentimientos tan profundos y sinceros hacia la novia de su hermano. Tantos deseos reprimidos lo hacían sentirse la peor pers...