Ámame Sin Medidas #1

Capítulo 05.|No me dejes.

No sé si vaya a sobrevivir a esto, si Jaxon se va, quedaré deshecha. ¿Cómo manejar esto que estoy sintiendo en estos momentos? ¿Cómo puedo comportarme al saber que la vida del hombre que amo está en peligro de muerte? Sinceramente no tengo fuerzas para nada, solo quiero que esté bien, y que todo esto se resuelva, por favor.

La noche de hoy está sumamente fría. La nieve aún no ha caído, pero está a punto de hacerlo y siento como si todo mi cuerpo estuviera totalmente congelado. La cafetería del hospital está vacía, solo unas cuantas personas están en ella. Una niña de al menos unos siete años está sentada con una señora algo mayor que parece ser su abuela, mientras intenta que la niña coma algo. Acabo de comprar un café bien cargado, necesito permanecer despierta, no puedo darme el lujo de dormir, Jaxon me necesita, yo lo necesito. Me siento inútil en estos momentos, no puedo ayudar en nada, siento como si Jaxon se me va de las manos y yo no puedo hacer absolutamente nada para detenerlo, es demasiado frustrante.

Cierro los ojos un momento y recuerdo que debo llamar a mi padre. He estado tan distraída que se me olvidó por completo. Marco su número de teléfono y espero en la línea a que conteste. Mi padre es un hombre muy ocupado y casi no tiene tiempo ni siquiera para él mismo, así que a veces cada que puede viene y me visita a Nueva York, se queda conmigo unos cuantos días antes de volver a irse. Mi padre vive en Arizona, yo soy de allí, pero después de la separación de mis padres, luego de haber vivido en Seattle con mi madre, vine a estudiar a Nueva York y mi madre se quedó en Seattle, con su esposo número tres, el Señor multimillonario Bryan Hayden.

Suelto un largo suspiro al solo recordar a mi flamante madre. Esa mujer se ha casado dos veces después que se divorció de mi padre, y las razones son obvias. Mi madre dejó a mi padre por no tener el suficiente dinero para darle lo que ella se merecía, en pocas palabras, mi mamá es una caza fortunas. Le gusta tanto el dinero como le gustan los hombres, y mi padre y el amor que le juró no fue suficiente para mantenerla a su lado, así que no le bastó un divorcio ni dos, sino tres y otro matrimonio nuevo para la nueva colección del año.

Sonó una más y la voz de Victor Bradshaw se escuchó al otro lado de la línea.

—Papá.—Respondí feliz de escucharlo.

—Pequeña.—Susurró al teléfono con voz paternal, lo extraño tanto.—¿Cómo estás?—Me preguntó y esa era la pregunta que temía responder.

Suspiré.

—Mal papá. Jaxon tuvo un accidente y está entre la vida y la muerte.—Sollocé y las lágrimas volvieron a hacerse presente.

—¿Qué?—Exclamó.—¿Pero qué pasó?

Intento aclarar la voz.

—Jaxon estaba algo ebrio, tuvimos una discusión y se fue en su auto por la autopista, se estrelló con otro conductor y está mal papá, el hombre de mi vida se está muriendo y yo no puedo hacer nada.

—Pequeña, como siento todo esto, pero verás que todo se solucionará, Jaxon es un chico muy fuerte, él no se va a ir a ningún lado.—Me dijo para tranquilizarme, pero yo sé más que nadie que Jaxon no está bien.

Suspiré. Al menos escuchar a mi papá me hace bien.

—Papi, me haces mucha falta, te necesito en estos momentos.—Dije con mi rostro completo de lágrimas.

Lo necesitaba, necesitaba a la persona más importante en mi vida a mi lado. Todo el que me conoce realmente sabe que mi debilidad es y siempre será mi padre, y nunca voy a poder acostumbrarme a tenerlo lejos de mí.

—Nena, no sabes la falta que me haces tú a mí. Eres lo más preciado que tengo, me encantaría estar ahí Debby, pero no puedo, el trabajo me lo impide, la comisaría está repleta de casos sin investigar y tengo que ponerme a trabajar en eso.