Ámame Sin Medidas #1

Capítulo 13.|¿Mamá?

Fue un error, un total y completo error. Aún siento su beso, sus movimientos, su dulzura, su delicadeza. No puedo evitar sentirme culpable y a la vez pensar en lo bonito que fue aquel beso. Entré en la cocina y me senté en un taburete, cubrí mi rostro con mis manos, y los recuerdos volvieron a mí rápidamente. Me duele solo tener el pensamiento de que fue un beso inesperado pero a la vez tan torturador. No podía dejar de pensar que ni siquiera Jaxon durante los tres años que estuvimos juntos me llegó a besar con tanto deseo como lo hizo Justin. De ahora en adelante no sé como miraré a Justin a la cara, será incómodo.

Jessica inmediatamente llega a mis pensamientos y me golpeo mentalmente. Ella no se puede enterar de esto, no puedo contarle que me besé con Justin, se molestaría bastante porque ella está bien enamorada de él y no entendería porqué yo le correspondí si le cuento que fue él el que me sorprendió con aquello. Además preguntaría porqué Justin hizo aquello y ni siquiera yo tengo la respuesta para eso. El télefono de la casa suena y me hace salir de mis pensamientos. Camino hacia la sala, tomo el télefono y contesto.

—Hola.—Contesté esperando una respuesta de la otra persona en la otra línea.—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?—Pregunté confundida.—¿Quién es?

—Debby.—Habló como si estuviera aguantando la respiración.

Me tensé a los segundos y solté una pesada respiración.

—Mamá.—Solté frustrada.

—Sí mi amor, soy yo.—Respondió y me removí incómoda en el sofá.

Suspiré y me armé de valor para hablarle.

—¿Tú llamándome? Es una sorpresa madre.

Mi madre y yo pocas veces hablamos, y cuando lo hacemos es por medio de mi padre, no me interesa escuchar sus cosas, hace tiempo dejé de sentirla como mi madre y por más que ella intenta buscar la manera de acercarse yo siempre termino alejándola de alguna manera.

—Es que no puedo hacerlo Debby. Tú nunca me cojes las llamadas, y aunque te cueste aceptarlo, soy tu madre y me preocupo por ti, necesito saber constantemente como estás y si no fuera por tu padre no me entero de nada de tu vida.

A mí que no me venga con lamentaciones ahora porque no le luce para nada.

—Tú te lo ganaste mamá, así que ahora no me vengas con que yo soy la mala de la historia.—Le respondí fríamente.

La escuché suspirar con pesar antes de escucharla hablar.

—Tu padre me contó que Jaxon murió hace una semana, y tú no pudiste dejar tu rencor a un lado, llamarme y decirme lo que estaba pasando.—Elevó su voz y fruncí el ceño ante su forma de reaccionar.

—¿Y qué querías mamá? A ti no te importa lo que me suceda, nada de mi vida te ha interesado nunca, me lo demostraste hace años atrás y eso aún no se me olvida.

Apreté la mandíbula fuertemente, estaba conteniéndome de no decirle lo que de verdad estaba sintiendo en estos momentos, porque como ella dijo, a pesar de todo es mi madre y merece un poco de respeto.

—Las cosas no son así Debby. Eres mi hija, mi única hija, lo que yo más amo en el mundo, claro que me importas, todo lo que suceda contigo me importa. ¿Cómo puedes pensar eso?

Ruedo los ojos.

—Sólo asumo la realidad. La persona que de verdad me ama es mi padre, lo único que puedo agradecerte es que me diste un padre como Victor Bradshaw, el mejor hombre del mundo.

—Tú padre te adora al igual que yo, digas lo que digas, creas lo que creas, soy tu madre y no hay un segundo de mi vida que no me arrepienta y no te extrañe tanto, Debby.