Llegué a mi departamento horas después sin ganas de nada. Mi padre me acompañaba sin dejarme sola ni un segundo, él no sabe lo mucho que significa eso para mí. Al entrar al living un mareo atravesó mi cabeza. Todo me recuerda a él. Las paredes, los muebles, las fotos de los dos por todos lados, es una sensación horrible todo esto. Como aficionada a los libros de romance y a las novelas románticas estos momentos eran aún peores para mí, la única diferencia es que todo es ficción y fantasía en ellos, en cambio aquí la realidad apesta.
Jaxon se fue, y por más que me torture, esa es la realidad. No sé como será mi vida de ahora en adelante, no sé como podré seguir, como podré respirar sin él. Sé que los últimos meses de noviazgo con Jaxon fueron horribles, el no paraba de tomar, de decir cosas feas, de insultarme y de llegar al punto de decir que yo era una descarada que le había sido infiel y que lo había destrozado. Pero no todo el tiempo fue así. Los primeros años fueron verdaderamente increíbles. Jaxon era un amor, un hombre respetuoso, caballeroso y atento. Viajábamos, nos reuníamos con amigos, íbamos a fiestas, éramos felices, hasta que el alcohol lo llamó y el nunca supo rechazar ese llamado. Eran tres años de amor incondicional, y por su maldita adicción lo perdí, y yo no pude hacer nada para salvarlo, absolutamente nada.
—Cariño, voy a prepararte una taza de té y luego voy a empacar las pocas cosas que traje, mañana tengo que regresar a Arizona.—Me comunicó mi padre sentándose a mi lado acariciando mi mejilla dulcemente.
Asentí.
—Gracias por haber venido papá, sé que tienes responsabilidades, pero de verdad, no sabes lo mucho que te necesitaba.—Dije sin contener mis lágrimas, mi padre me abrazó y me acarició el cabello lentamente.
—Tú eres mi mayor responsabilidad y mi más grande regalo de vida, no tienes que agradecerme por estar aquí a tu lado, sean como sean las circunstancias yo siempre estaré contigo, este viejo siempre te va a amar.
Sonreí con lágrimas en los ojos mientras abrazaba con todas mis fuerzas a mi papá. Victor Bradshaw es el mejor hombre y padre del mundo. Desde que tengo uso de razón mi papá me ha querido y amado mucho más que lo ha hecho mi madre, bueno si ella alguna vez me ha querido. Desde que mi madre se separó de mi padre los problemas comenzaron a llegar a mi vida como ráfagas de viento. Mi peor pesadilla, fue el primer marido de mi madre y su estúpido hijo, pero no quiero recordar esas cosas, por lo menos, ella conoció a Bryan, que es un hombre excepcional, pero jamás lo será como mi padre.
—¿Has llamado a tu madre?—Me pregunta y yo niego rápidamente con la cabeza.
—No, y tampoco lo haré.—Respondí cortante.
Mi padre no sabe nada sobre la razón de que mi madre y yo nos distanciamos, al menos no sabe la verdad y no pienso contársela, la mataría por más que aún la ame.
—Debby, sé que tu madre y tú han tenido algunos percances, pero no es motivo para que se separen de esa manera, a pesar de todo, es tu madre, Debby.
Tenía razón, es mi madre a pesar de que no había hecho su papel muy bien que digamos, pero no puedo ni quiero hablar con ella, ella me defraudó, me humilló y aunque sea mi madre no puedo perdonarla.
—Papá, a mamá no le interesa mi vida, no le importa lo que me pasa. ¿Por qué razón debería comunicarle lo que me está sucediendo?
La mirada de mi padre se suavizó y sé que por más que quiera decirme o darme un buen consejo sobre mi madre, el más que nadie sabe lo mucho que ella cambió tras su separación.
—Bueno, creo que esos son problemas entre tú y tu madre y no debería entrometerme, pero eres lo más importante en mi vida Debby, yo haría cualquier cosa por ti mi niña y me encantaría que tu relación con tu madre fuera la más llevadera posible.
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Ámame Sin Medidas #1
Roman d'amourPRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA ÁMAME. Justin siempre ha suspirado por Debby. De una manera u otra por años intentó ocultar esos sentimientos tan profundos y sinceros hacia la novia de su hermano. Tantos deseos reprimidos lo hacían sentirse la peor pers...