Capítulo 37. «Final».

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El sol había salido pero yo no quería despertar. Era doloroso tener un día más y saber que he perdido a alguien tan importante, y que pronto perderé a alguien que también lo es. Me siento en la cama y suspiro con pesar. Miro el espejo y aún siguen las palabras de desprecio de Jessica escritas en el. Esto es horrible, es doloroso y no sé si pueda aguantarlo. Reviso el celuluar y tengo más de diez llamadas perdidas de Justin, tiro el celular a un lado y me estrujo la cara para que las lágrimas no salgan, pero es inútil, ya estoy llorando.

No puedo con todo esto. Jessica me odia con toda su vida y estoy conciente que la he perdido para siempre, y Justin es el objetivo en este caso. Me duele la cabeza de solo pensar que debo dejarlo ir, lo amo como nunca pensé quererlo, y no sé que voy a hacer sin él. Dios, la vida, el destino o lo que sea, está en mi contra, pero no puedo quejarme, me lo merezco y todo lo que Jessica me dijo ayer es cierto. Soy una perra, no soy una amiga por lo que le hice, ella ama a Justin con locura y yo me metí con el hombre que ella adora, eso no es de amigas, y me merezco que esta amistad haya terminado.

Me levanto de la cama para darme una ducha, tengo que hacer lo que tengo que hacer, y ya no hay vuelta atrás. Lavé mi cabello y todo mi cuerpo, mientras que las lágrimas eran acompañadas con las gotas de agua que caían encima de mí. Siento un dolor punzante en mi pecho, es el corazón que ya no resiste más. Salgo envuelta en una toalla y me visto lo más rápido que puedo, mientras más rápido menos dolor sentiré, si es posible claro. Antes de salir del departamento mi celular se escucha, es mi padre.

Con un suspiro contesto.

—Papá.

—Debby explícame eso de que tú y Justin tienen una relación.—Exclamó sorprendido y pidiendo explicaciones.

Ahora no, por favor no ahora.

—Ya te fue con el chisme tu novia.—Dije con los dientes apretados.

Quiero mucho a mi tía, eso no va a cambiar, pero me está hartando con su atrevimiento. Mi papá suspiró contra el teléfono.

—Debby, Claudia no es mi novia.

—Pues no te creo, mi tía se está tomando demasiado enserio lo de meterse en mi vida, a ella no le importa. ¿Me escuchas papá? Así que mándale a decir de mi parte que se dedique a la suya que muy fea está.

—Debby, no me hables así, soy tú padre.—Lo escuché tomar segundos para volver a hablar.—Solo necesito que me digas que es lo que está pasando.

Las lágrimas amenzaban con volver a salir de mis ojos.

—Sí, Justin y yo tenemos una relación, pero eso pronto va a cambiar.

—¿Qué quieres decir hija?

—Ahora no puedo hablar papá, te llamo más tarde, lo prometo. Te amo.

Y colgué. Mi padre merece una explicación y se la daré, pero después que termine con esto de una buena vez.
Tomé las llaves de mi auto y salí a toda prisa de casa.

La ciudad estaba muy aglomerada el día de hoy. Miraba por el cristal del auto y veía las personas caminar de un lado a otro, todos viviendo su vida. Me detuve en un semáforo en rojo, mientras esperaba, por los altavoces del auto se escuchó A Thousand Years de Christina Perri, mierda ahora no. Cambie de emisora pero no quería, el botón de cambiar se había averiado, esto era el colmo. Traté de quitarla pero era imposible, no quiero escucharla, no ahora, no cuando estoy a punto de perder lo que más amo. Las lágrimas rodaban por mi mejilla y golpeé mi cabeza contra el volante, era torturador.

Estacioné frente al edificio de Dylan, antes de todo, necesitaba hablar con él. Subí el ascensor y marqué el piso de Dylan. Cuando el ascensor me dejó, salí y caminé hasta su puerta. La toqué dos veces y luego el rostro de Dylan apareció.

Ámame Sin Medidas #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora