Mejores ideas.

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-¿Qué les ha dicho de mi?
-De tú afinidad con la voz. En ocasiones necesitamos personas para que canten alguna canción nuestra- Escuchó por parte de Sonny.
-¿Sólo eso? Bien, por lo menos no les ha dicho algo más.
-¡Si lo dijo! "Mi hermana ha sido una idiota que me ha dado cincuenta y dos dólares para que me callara en el funeral de la abuela"- Intentó imitar la voz de Lucy, Porter.
-¿Quién pide a gritos comida en el funeral de la abuela?- Rieron.
-No había comido en cuatro horas y no había comida. ¡Necesitaba comida!
-Si tu hermana sufrió por no haber comido, imagino a Anton no comiendo durante menos de dos horas- Dijo Robbert observando a Anton, mientras los demás reían.
-Creo que los hombres comen demasiado por naturaleza. ¿Cierto?
-¡Correcto!- Dijo en un tono elevado Anton.
-¿Cómo han conocido a Lucy?- Les preguntó observándolos detenidamente, aprovechando que su hermana se había ido sin siquiera avisar.
-Sólo comenzamos a platicar la noche anterior. Es muy simpática- Dijo Sonny.
-Tan simpática que me dijo que iría al cine y ahora se encuentra aquí- Rieron, incluso Emma se sintió rara de una manera bien.
-Emma, iremos a un lugar más tranquilo. ¿Vienes?- Interrumpió Nicky.
-No, gracias. Me iré en unos minutos más.

Aquella noche se había ido de ese lugar dos horas más tarde con su hermana, quién se encontraba ligeramente ebria en el auto de uno de los tantos amigos que había hecho Lucy (dejando a un lado los conocidos momentos atrás) en su estancia en Las Vegas, y aún preguntándose donde se encontraban los demás amigos de su hermana que trató de contactar por el móvil de ella, después de que el suyo no funcionara al caer al agua.

Con una camisa que le habían regalado en el lugar, y su hermana llorando en su regazo llegaron al hotel en el cual aún seguía con personas entrando y saliendo.
-Gracias chicos-Dijo Emma tomando a su hermana para salir.
Al entrar a la habitación condujo a su hermana hacia la cama y la dejo ahí para después tomar un baño y ponerse ropa limpia.

Despertó con una risa que en ocasiones se cansaba de oír. Se sentó en la cama y vio a su hermana hablar por su iPhone, aún con el traje de baño de ayer.
<<¿Acaso no piensa tomar un baño?>> Pensó <<¡Sus cosas!>>

Lucy la observó y pensó en decirle la verdad. Cuando llegó a Las Vegas venía específicamente a una cita con uno de los que su hermana conoció la noche anterior, y ahora debía confesarlo para que la dejara quedarse unos días más en Las Vegas.

Colgó.
-Lu, ¿Dónde están tus cosas?
-De eso quiero hablarte– Pausó–He conocido a una persona.
-No es novedad.
-He tenido una cita con él.
-¿Y te lo has follado? Si claro. ¿Qué más?
-Hoy me ha invitado a salir. Sólo déjame arreglar esto, por favor, unos días más. Te juro que no iré a fiestas, sólo con él.
-¿Quién es?
-Porter, de la noche anterior. Por favor, es muy lindo Emma. Hoy he quedado con él–Reiteró.
-Lucy...- Tomó aire- ¿A qué hora?
-Por la noche, debo comprar ropa. Anda Emma.
-¿Tienes dinero?
-No.
-¿Saldrás así a compra ropa?- Le preguntó y Lucy formó una sonrisa gigante volviendo del lugar donde estaba sentada, dirigiéndose a darle un tremendo abrazo a su hermana mayor.
-Gracias- Le depositó un beso en sus tersas mejillas.

A las orillas del centro de Las Vegas donde todo son casinos, hoteles, restaurantes, bares y demás atracciones cero infantiles, Emma y Lucy Bradford caminaban por tiendas de diseñadores internacionales. Fue entonces cuando en un momento Emma se agradeció tener un buen trabajo donde ganaba lo suficiente para costear ese tipo ropa, y los gustos de su hermana después de que Lucy escapó de la residencia de sus padres por el simple hecho de que no la dejaban ser libre de una manera que verdaderamente era libertinaje.
La recibió en una noche de noviembre, cuando tenía novio y una vida ligeramente feliz.

-¿Emma?- Articuló con dos maletas en cada una de sus manos en el marco de la puerta.
-¿Qué haces aquí?
-¿Me puedo quedar unos días contigo?
-Si, pasa. Esta Jim aquí.
-Me cae mal.
-Cállate- Rió y pasaron al desordenado departamento que para ese entonces era el escenario de noches llenas de pasión, gritos y un golpe inolvidable.

-Ese vestido Channel es maravilloso- Lucy observaba estupefacta la vitrina de la tienda Channel.
-Te he comprado ya bastante ropa- Dijo alzando las cinco bolsas de su mano derecha y otras tres en la izquierda- Y maquillaje, perfumes, y una maldita y jodida pulsera de noventa dólares.
-¡Es edición especial Versace!
-Vámonos.
-Gracias Emma.

Le compartió una sonrisa. No le debía agradecer nada, ella era su única amiga después de todo lo que había pasado el año anterior y Emma se lo agradecía comprando sus gustos, ya que después de todo... era su misma sangre.

<<Un día estás en Nueva York trabajando, al otro día en Las Vegas compartiendo una aventura familiar. Hay días buenos, y días malos>>.

Le agua escurría por su cuerpo. Lucy había sido la primera en darse una merecida ducha, y al instante Emma la esperaba afuera, se arrepentía de no haber pedido alguna habitación con dos baños.

Cerró las llaves del agua en el cuarto de baño, y prendió un aparato reproductor que el mismo hotel les prestaba. Enrolló su cuerpo en una toalla blanca, para salir y colocar el iPhone de su hermana y así escuchar música mientras frente al espejo del lavamanos colocaba su jabón facial.

-We're up all night to get lucky-Cantaba mientras salpicaba su rostro de agua para así retirarse el jabón.
Ajustó la toalla a su cuerpo, y revolvió su cabello.
Al girar la perilla de la puerta, y dar dos grandes zancadas paró de golpe y observó a sus acompañantes, y por supuesto a su hermana, que salía de la habitación, mientras los otros dos conversaban animosamente en la pequeña sala de la habitación.
-Emma...- Carraspeó su garganta Anton.
-Lo sé, lo siento, me debo vestir- Dijo sumamente nerviosa, tomando su ropa que reposaba en uno de los pequeños sofás... justo a lado de donde se encontraba Anton, le sonrió. Regresó al baño tan rápido como pudo.
Se vistió con los jeans que empacó en su departamento y un suéter holgado Ralph Lauren color azul rey que había comprado esa misma tarde después de haber comido un desayuno en el restaurante del hotel.
Cepilló y secó su cabello tan rápido como pudo, para después maquillar sus pestañas y perfumarse.
Salió sin antes suspirar por su momento de vergüenza.
-Lo siento, no sabía que estaban aquí- Dijo acercándose para sentarse junto con ellos.
-Por nosotros no hay problema de que te hayas quedado así- Sonny rió un poco ante su comentario. Emma lo observó, no se quedaría callada.
-Creo que al único que le hubiera gustado que me quedara así es a ti.
-Aún queda Anton y Robbert.
-Emma- le llamó Anton-Lucy nos ha dicho que vayas con nosotros- ¿Desde cuándo su hermana la dejaba "encargada"?
-¿A dónde?
-Iremos a cenar, divertir, tú sabes- Rodó los ojos.
-Tengo una idea mejor...

Contigo [Anton Zaslavski/Zedd Fan Fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora