Contigo [Anton Zaslavski/Zedd Fan Fic]

-A.

Despertó sola. Con un ligero dolor de cabeza, y una extraña sensación en toda ella. Observó su alrededor, recostada en la alfombra con una camisa que evidentemente no era de ella, y una lata de RedBull acompañándola.

Se levantó a duras penas y se dirigió al baño. Estaba fatal, su rímel corría por sus mejillas y su cabello estaba sumamente hecho bolas. La camisa que tenía ella a cuadros estaba sobrepuesta reluciendo aún un poco de su figura y además, olía a perfume varonil, y alcohol.
Salió del baño aún con una vista que se acostumbraba a la luz artificial de la habitación.

No sabía que hora era, no recordaba con exactitud lo que había ocurrido la noche anterior, y peor aún, no sabía a donde se había escabullido su hermana.

Se acercó hacia la pequeña sala del lugar y quitó sus pantalones, tenía demasiado calor, cuando sintió algo inusual en la bolsa trasera de este. Un papelillo. En el, un número telefónico y una inicial. A.

-¿A? ¿Acaso estoy en el mundo de Pretty Little Liars?-Se bromeó para sí misma-¿Y con que maldito teléfono quieres que te...?- Cayó en el cuenta de quién era "A".

Después de una ducha, y un cambio de ropa que en sí no era de ella, esperó a su hermana que no tardó mucho en llegar.

-Emma, lo siento- Dijo entrando a la habitación con un aspecto horrible- ¿Nos vamos?

-¿A dónde?- Se levantó de la cama y caminó hacia ella. Los pantalones que llevaba se encontraban mojados, y la camisa color carmesí tenía una rasgadura por el costado derecho.

-A Nueva York.

-¿Qué ha pasado?- La abrazó y la observó.

-Hombres que juegan contigo cada cinco minutos- Rió, aguantando las ganas de llorar.

-¿Qué te ha hecho Porter?

-Sólo quería una noche Emma, y aunque me dijo que quería seguir en contacto conmigo, me sentí usada- No sabía que decir, ni que hacer. Sólo la abrazó y le depositó un beso en su frente.

Le sorprendió que durante el transcurso de ese día no le preguntará acerca de que hizo con sus amigos, o como se sentía. Pero tenía una preocupación inmensa. <<¿Lloré la noche anterior? ¿Qué pasó? ¿Por que amanecí con eso?>>

Al empacar, y pedir una disculpa a alguna de las amas de llaves del hotel por el desastre ocasionado, partían en el avión directo a Nueva York que ha diferencia del anterior, este había sido cómodo, sin tanta gente y sin preocupaciones, a excepción de una.