Emma reía por las estupideces que decían Dillon, y otro que había acabado de conocer llamado Thomas Pentz. No había visto rastro de Anton en algunas dos o incluso tres horas, y comenzaba a desesperarse. Estaba sentada en un mueble plegable en el jardín, Dillon a lado de ella y Thomas frente a ellos dos. Tenía una bebida en su mano, no sabía que estaba tomando, no era buena en eso, pero le había gustado. Tal vez era coca cola con vodka.
Escuchaba una plática meramente graciosa, y participaba en ella, se sentía bien, pero aún quería saber donde estaba Anton, y preguntarle a que hora se irían. 1:00 a.m
Volteó a sus lados ignorando por un segundo a sus amigos instantáneos, se paró sin más y les pidió una disculpa por su retiro. Caminó de nuevo hacia adentro, cruzó las puertas de plexiglas, y se encontró a su hermana quién sólo pasaba un buen rato, y alguno que otro desconocido que sólo la observan por alguna razón desconocida para ella.
Comenzó a sentirse mareada, no recordaba si sólo se había tomado una porción de la bebida, o dos, o incluso tres. No era buena teniendo un límite alcohólico, por el simple hecho de que no sabía las reglas fundamentales para ello.
Sintió frío, estaba a unos pasos de la entrada principal y se encontró a Sonny platicar con algunos amigos, lo jaló del brazo y lo apartó de la multitud.
-Sonny-Le dijo con dificultad-¿Dónde esta Anton?
-Lo he acabado de ver en la cocina... Está por ahí-Le apuntó hacia su derecha en un pasillo no muy distante.
-Gracias.
Caminó tomando su cabeza. Quería irse ahora, con o sin Anton, no sin antes preguntarle la dirección exacta de la casa, y que le entregase las llaves por el amor de dios. Cruzó ese pasillo, y se paró, miro y no estaba ahí. A temblorosos pasos salió de ese lugar. Ahora, estaba a cuatro pasos después de la puerta principal, sintió el aire sacudir su cabello parcialmente suelto, y el calor que su cuerpo generaba comenzó a desaparecer. Bajo tres escalones para comenzar a dar zancadas hacia la acera de la avenida.
Y se perplejó, no sabía que hacer, decir o incluso gritar. Estaba ahí, con dos chicas, en el auto, no estaba haciendo nada que sobrepasara los límites, pero vaya que podía pasar a otras cosas. Miró a su derecha donde estaba él, que aún ni siquiera se daba cuenta de que estaba observándolo, y después a su izquierda. Caminó hacia la derecha. Hacia él.
Respiró lo más hondo que pudo, y se posó frente al vidrio de la puerta del lindo conductor que conocía, golpeó ligeramente este, y él le miró avergonzado. Salió rápidamente de ahí, no sin antes decirle algo a las dos castañas que estaban dentro, que después terminaron saliendo como unas mustias.
-Emma...
-No te preocupes-Tomó su frente y le dio la espalda contemplando la luna que estaba en su punto máximo-¿Así es siempre, no? ¿Disfrutas tu mediocre juventud así, no? ¿Qué se siente?
-Lo siento mucho, Emma por favor...
-Te he dicho que no te preocupes-Interrumpió- No somos nada Anton, no seas estúpido-Se giró y lo miro-No me pidas disculpas por esto. Es tu vida no la mía.
-Oye, te juro que no es...
-¿Lo que piensas?-Rió-Dios mío, no estoy enojada querido, si es lo que piensas.
La estampó contra el auto.
-Te he dicho que no es lo que piensas. Si estás conmigo es por algo, si te conocí igualmente, además ninguna de esas perras es como tú, linda.
-Podía no haberte conocido nunca-Pausó-¿Sabes? Hubiera preferido jamás haberte conocido.
La besó, la besó con fuerza, la hizo a un lado, abrió la puerta trasera del lado izquierdo y la aventó ahí, para después adentrarse con ella, y cerrarla de nuevo.
Al parecer, la inocencia de su rostro, no era verdadera.
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Contigo [Anton Zaslavski/Zedd Fan Fic]
FanfictionEmma Bradford no era graciosa, mucho menos social. A sus veintitrés años tenía un trabajo que pocas podían haber conseguido. La vida da vueltas, alguna anticipadas, otras inesperadas. Y así como la última, conoció a su dolor de cabeza, su montaña ru...