-¿Harás algo el siguiente viernes?-Le preguntó Anton ahora fuera del área de las carpas, en un estacionamiento, aún podían escuchar la música, y a lo lejos veían a toda una multitud de gente.
Le sonrió.
-Tengo un perro, lo llevaré al veterinario.
-¿Un perro? ¿Podré ir a conocerlo?
-Se llama Cooper, ojalá tengas suerte buscando mi nuevo domicilio.
-¿Qué has hecho con el departamento?
-Lo he vendido, y me he mudado a un lugar más cómodo. Ahora vivo en una casa, con un perro que me despierta todas las mañanas para que le de el desayuno.
Dio un sorbo a una botella de agua.
-¿Podría ir? Sé a quién preguntar tu domicilio.
-¿Seguro? Espero esté en casa, tengo ahora una agenda ocupada-Rió-¿No te recuerda algo Señor fiestas?
Rió y negó con la cabeza y la miró sonriéndole.
-Te extrañaba mucho Emma.
Alzaron sus miradas hacia los fuegos artificiales que daban como concluida una noche más de música en Bélgica.
-Me tengo que ir-Levantó su mano y acarició la mejilla de él.
-Adiós.
Caminó, cruzando una inmensa grada llena de trabajadores de un lado a otro, seguridad, y al fin estuvo dentro de la gente. Theo, Jaden y ella habían decidido comprar tickets hacia atrás de toda la multitud, así que sabía donde estaban. Se acercó a ellos y les sonrió. Era hora de irse.
Ahora iba en el auto de Blair, sus amigos iban dormidos y ella sólo veía por la ventana del copiloto donde iba sentada.
Había compartido su mente y cuerpo con él, había visto una nueva manera de vivir con él, se lastimó, se hirió, y comprobó que el amor sólo era un sentir momentáneo, que no duraba todo el tiempo, y que aún era joven y eso sólo era el principio del fin.
Tenía una nueva carrera por delante que prometía mucho, muchísimo, y que además la haría adentrarse a nuevos mundos como el cine.
Aún faltaba mucho por divertirse, conocer, y llorar. Y apenas iba a menos de la mitad del camino.
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Contigo [Anton Zaslavski/Zedd Fan Fic]
FanfictionEmma Bradford no era graciosa, mucho menos social. A sus veintitrés años tenía un trabajo que pocas podían haber conseguido. La vida da vueltas, alguna anticipadas, otras inesperadas. Y así como la última, conoció a su dolor de cabeza, su montaña ru...