Odiar.

505 42 3
                                    

Emma salió apresurada de la zona donde había acabado de entrar. Theo iba su lado coqueteando a las extranjeras que se cruzaban en su camino.

Al llegar de nuevo con Jaden, se percató de que Zedd había acabado de terminar su set, e imaginó mil reacciones por parte de él al ver la bolsa transparente con la camisa y la carta, que fácil le pudo haber hecho llegar por correo electrónico.

Ese día hasta el casi anochecer sólo estuvo haciendo una cosa: Divertirse.

Veía los fuegos artificiales besar el cielo, tomó una cerveza y no se sintió culpable, había besado a dos desconocidos que la proclamaban como la Reyna de la belleza, conoció a tanta gente que se le hacia difícil memorizar nombres, y la música recorría su cuerpo haciéndole bailar como una amante y esclava de la libertad.

Sintió una mano tocar su hombro, quería seguir viendo a lejos al nuevo Dj que se presentaba. Volteó con una risa en su rostro, era un hombre, alto, muy alto, calvo, y sus mejillas estaban rojas.

-¿Emma Bradford?-Preguntó con una voz muy gruesa.

-¿Si?

-Debe acompañarme, la buscan-Le susurró al oído, no podía ni quisiera hablar por la música que estaba en juego.

-¿Quién?

-Sólo acompáñeme.

Comenzó a caminar detrás de él, esquivando a las miles de personas que disfrutaban el festival, era noche, y se percató de que sus piernas le dolían.

Caminó, y no dejaba de hacerlo, era demasiado el transcurso hacia la parte trasera de lo que era el inmenso escenario principal.

Supo a donde se dirigía.

Al estar a unos pasos del espacio dedicado a él, tomó aire y dio la media vuelta para regresarse. Pero el gigante la detuvo y la hizo mirar al frente.

Entró al lugar, una inmensa alfombra en el suelo, en el medio una mesa con una MacBook, y demás accesorios de audición, tres sofás de piel, y al fondo una mesa con diversos alimentos, y aire acondicionado.

-Espere aquí, ahora vendrá.

Gente caminaba por el pasillo de cada carpa, moviéndose como lombrices en el agua, apresurados por cumplir su trabajo si es que querían recibir paga. Dando órdenes, siendo ordenados, cumpliendo deseos de las estrellas.

Emma no pasó al lugar, le dijo al hombre que prefería quedarse afuera, y esperar.

Lo vio aproximarse entre la gente, algunos lo felicitaban aún, les sonreía y compartía ligeras bromas con otros, estaba acompañado por Sonny, y Gabe, y otros que solo había visto por la televisión que no recordaba muy bien sus nombres. Gabe la reconoció a la distancia, y le dijo al oído a Anton lo más obvio, sólo alzó su mirada ahora inexpresiva... el tiempo se detuvo. La gente quedó en modo off, sus ojos se conectaron, y no sabían que hacer. Él había pedido que la buscaran, era su único requerimiento. Y al parecer habían tardado más de lo pensado.

Había leído su carta, al terminar sólo la dobló y la guardó en el bolsillo trasero de sus vaqueros.

Anton caminó ahora rápido hacia ella, se disculpó ante sus amigos apuntando hacia donde iría, sólo asintieron. Movía a la gente que se le cruzaba, y cuando estuvo frente a ella, no se hablaron, sólo se abrazaron por algunos dos minutos.

Se separaron y tomó las mejillas de Emma, las acariciaba y ella lo tomaba por las muñecas, sus frentes chocaron y sus labios estaban rozando.

-¿Aún me odias?-Le preguntó Emma encima de sus labios.

-No, no puedo odiarte.

Contigo [Anton Zaslavski/Zedd Fan Fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora