Novio.

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Escuchó sus risillas, mientras le tocaba la nariz, cosa que le daba cosquillas provocando que la moviera de un lado a otro rápidamente. Abrió los ojos, aún tenía ganas de dormir. Observó su mirada graciosa, y volvió a cerrar los ojos para seguir durmiendo, sintiendo esos delgados y rosados labios que desde ese punto se habían vuelto en una necesidad al igual que respirar o comer.

Así que sólo sonrió encima de sus labios, en pequeñas partes alrededor de los suyos sentía su barba plácidamente.

Estaba cubierta por una sábana que llegaba hasta su cintura color verde. La abrazaba, la respiraba e inhalaba.

-Anton...-Le susurró.

-Emma...-Dijo encima de sus labios-¿Te sientes bien? Tienes fiebre.

-No, no me siento bien-Respondió despreocupada-Me duele la cabeza, y el cuerpo. Todo.

Abrió los ojos completamente y le miró. Estaba más cerca de él de lo que pensaba.

-¿Quieres que llame a algún doctor?

-No, sólo será un resfriado-Le sonrió, su garganta le picaba y apenas si quería hablar-Se me pasará.

-Llamaré a uno.

Abrieron su ojo derecho forzosamente y pasaron de lado a lado una lamparilla de luz blanca que le molestó tanto que apartó el brazo extraño que hacia semejante maldad.

No sabía cuantas horas había dormido desde que se paró para vestir su pijama y volver a dormir en los brazos de Anton que eran su principal consuelo.

Abrió sus ojos y se encontró con un caucásico, de cabellos blancos y castaños, con una tweed Harris, pantalones beige rectos, y mocasines. Le miro extrañada y este soltó una risa.

-¿Señorita Bradford?

-¿Si?

-Soy el doctor Robert Marconi me han llamado porque tiene síntomas de resfriado. ¿Me dejará revisarla?

Emma miró a sus lados buscando a una persona en especial.

-¿Dónde esta Anton?-Preguntó nerviosa.

-Esta en el piso de abajo, ahora sube. ¿Me dejara revisarla?-Repitió.

-Si, por supuesto.

Desconcertada, se sentó en la cama. El Doctor Marconi le pidió que abriera su boca, le revisó, para después colocar un termómetro en esta.

-Presione su boca, por favor-Asintió.

De nuevo sintió irradiar esa luz blanca en sus ojos, que ya odiaba Emma con todas sus fuerzas. Pasó un estetoscopio por su espalda y pecho y tomó su pulso.

-¿Qué es lo que siente?-Le preguntó tomando el termómetro de su boca.

-Dolor de garganta y cuerpo, náuseas, no puedo respirar bien, un resfriado Señor Marconi.

-Treinta y nueve de temperatura. Vaya que esta mal. Espere un momento.

Hurgo en su maletín de piel café, y sacó dos cajas de medicina.

-Sólo esto, cada nueve horas. No salga por el momento de aquí, mucho menos por las mañanas. Descanse, un poco de sopa no le viene mal. Y no vaya a besar a su novio, lo contagiará, y créame que no me gusta verlo sufrir por gripes y virus en mi consultorio, se enferma mucho. Cuídese Señorita Bradford.

-Gracias Señor Marconi.

Volvió a acostarse y el hombre salió de la habitación. Tomó su iPhone que estaba en la mesa de noche de su lado, ignorando mensajes y notificaciones ordinarias. 16:58 horas.

No sabía que podía dormir tanto, pero se sentía demasiado cansada. Anton se adentró a la habitación después de haberle pagado algunos cuantos dólares al doctor que ya lo acompañaba desde hace dos años en sus enfermedades.

-Emma, he comprad...-Le interrumpió.

-No tuviste que haberte preocupado, sólo era descansar y tomar algo caliente-Pausó-¿Por qué haces esto? -Le miro parado a lado de ella mientras seguía acostada. Llevaba una camisa blanca de mangas cortas, vaqueros e iba despojado de algún calzado.

-Porque me importas Emma. Como no tienes una idea.

-No lo hagas.

-¿Qué cosa?-Se sentó a lado de ella.

-Tratarme así, como fueras mi hermano, o mi padre, o...

-¿Tu novio?

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Adelanto este porque mañana me cambio de casa, y no tendré internet en algunos tres o cuatro días. Si puedo subo otro, pero no es seguro. Ojalá les este gustando❤️

Contigo [Anton Zaslavski/Zedd Fan Fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora