| The bad girl next door | Jughead Jones | Riverdale

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¿Ser, o no ser? ¿Buscar, o quedarte justo en donde estás? ¿Será seguro salir de tu zona de confort? ¿Por qué arrepentirte de algo que alguna vez quisiste? ¿Acaso se nos olvida que los amigos pueden romper tu corazón también? Ni en un día se quiere, ni en dos se olvida.

La mirada de los 4 Jóvenes en la espalda de la castaña se despejó después de que la muchacha desapareciera por la puerta. 3 de ellos estaban intrigados, uno de ellos, con un corazón partido en dos. Una parte pertenecía a una chica rubia, y la otra a una castaña. El problema era que había un trozo más grande que otro, y ya todos sabemos quien es la dueña...

Roxan Navoa:

Después de las horas de clases correspondientes y el brazo de Jughead al rededor de Betty en mi cabeza, pude salir a descanso encontrándome con Verónica, quién después me haló a encontrarnos con Betty.

-¿Acaso vi que nuestro querido amigo te rodeó con el brazo?-Rodé los ojos pero seguí ahí. Me quedé ahí como toda una masoquista-
-Si, bueno... Estos últimos días no he estado muy bien a nivel emocional y Jughead se porto muy lindo
-¡Es fabuloso!-Exclamó Verónica-En ese caso, si el le ayudó a mi amiga a navegar por aguas turbulentas.. Verónica Lodge lo aprueba.

Ambas esperaron a mi respuesta

-Solo has lo que te haga feliz-le sonreí y ellas hicieron lo mismo-Me voy

otra vez la mirada intrigante de las chicas se posó en mi, pero no le di importancia. No iba a poner mi felicidad por encima de la de otros, y Betty se ve muy feliz, así que espero que Jughead también.

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La noche caía en Southside así como en todo Riverdale, la única diferencia era que aquí...

-¡Que se pudra la ley!
-¡Que se pudra la ley!-dijeron los demás juntos-

Aquí no habían normas.

La música empapaba mis oídos haciendo que la sensación de libertad en mi cuerpo apareciera. El alcohol confundía todo, lo cual no sé si era genial, o era un terrible error. Pero ahora, gracias a Dios, mi cerebro no es capaz de asimilar información.

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1 semana después...

La mañana era candente y soleada. No la había pasado nada mal la última semana. Nada de los chicos buenos de Riverdale High, ni tampoco problemas de sentimientos. Lindo, todo muy lindo...

Bueno, en realidad todo está como un asco.

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Sentí como me agarraron el brazo y lo llevaron a uno de los miles de salones vacíos. Para ser más exactos, el que estaba al lado de mi casillero.

-¿Qué?-Pregunté sin importancia. Verle aún me dolía-
-Yo necesito decirte algo.
-¿Qué me vas a decir?-pregunté desinteresada-
-Yo...
-¿yo..?
-Roxan, necesito decirte muchas cosas que deben y necesitan salir.
-No, no y no, Jughead. 1 semana, ha pasado una semana, y hasta ahora me hablas. No necesito que me digas más cosas. Sé que la mayoría de todo esto fue por mi culpa, pero no es momento para que hablemos de esto
-entonces ¿cuando es momento?
-Precisamente eso quiero que entiendas, Jughead. ¡Nunca! ¿Si? Estás con Betty y eso es genial. Ya solucionaste tus cosas, yo solucionaré las mías.
-¿Cómo? ¿Embriagándote en el White Wyrm?-abrí los ojos-¿Esa es tu forma de solucionar la cosas? eso no es sano.
-¿Y qué, Jughead? Soy libre de hacer lo que se me plazca.

Nos miramos y su maldita mirada de tristeza, odio y decepción combinadas me estaba matando por dentro.

-Mira, sé que no pasó nada por mi ¿si? sé que no soy Verónica, mucho menos Betty. Tengo mi forma de procesar las cosas. ¡No te conviene estar conmigo!
-¿Y tu como sabes eso?
-Jughead, por los mil demonios, no lo hagas mas difícil. ¡Ve y juega al detective con Betty! ¡Sé su novio a tiempo completo! ¡Solo deja de hacer las coasas más difícil para mi!
-¿Difícil para ti?-Pregunto sarcastico-
-¡Si! ¡Es muy difícil porque me mortifico cada día sabiendo que solo cuando rodeaste a Betty pude ver que eras mi oportunidad de ser feliz y la deje ir! ¡Es estúpidamente difícil porque sé que ahora estás con Betty y que eres muy feliz y eso me espanta! ¡Me espanta porque pienso que es lo mejor! ¡Y odio estar pensando tan correctamente, y no ser egoísta! ¡Maldita sea, Jughead!

Su mirada se quedó fija en mi. No parpadeaba, tampoco los movía. Esto es totalmente inquietante.

-¿Qué?-pregunté con impaciencia-Jughead...
-Solo cállate-lo mire sorprendida-solo has silencio.

Mi mirada quedó impregnada a el también. Cada paso que daba Jughead, era una imagen de Betty en mi cabeza. Cada centímetro que se acercaba, era sentir la decepción que Betty iba sentir si algo pasaba aquí. Mi cerebro esta matandome la cabeza. Pero lo que más me angustiaba, era que mi pecho también iba a morir, porque cada vez que el se acercaba más y más, el deseo y la pasión se encendía. Y lo que realmente me estaba asustando de todo Esto, era que el corazón iba ganando.

Después se su lenta caminata hacia mi, se detuvo a unos pequeños centímetros de mis labios.

-Shhhh-dijo después de que yo intentara hablar-

Su aliento tan cerca de el mío me estaban asesinando. Necesitaba besarlo, pero no era correcto. ¡Maldita sea! ¡No es correcto! ¡Esto no es correcto!

El sonido de el timbre para la primera clase sonó. La campana me había salvado.

-Me debo ir-salí rápidamente de los brazos de Jughead y me dirigí a el salón-

Mi corazón iba a estallar y mi mente lloraba por ir a pedirle perdón a Betty. Me arrepiento tanto de todo esto...

¿Ser, o no ser? ¿Buscar, o quedarte justo en donde estás? ¿Será seguro salir de tu zona de confort? ¿Por qué arrepentirte de algo que alguna vez quisiste? ¿Acaso se nos olvida que los amigos pueden romper tu corazón también? Ni en un día se quiere, ni en dos se olvida.