32. "Pijamada"

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–Entonces Keit dijo con una mirada soñadora: "¡Claro que si!" y todos empezamos a vitorearlos. Debieron verlo, se veían tan tiernos.

–Hasta que fueron interrumpidos por mí e ir a rescatar a Neil en una carriola vacía.

Hace casi media hora que Federico ha llegado y le contaron absolutamente todo sobre lo que nos sucedió hace un par de horas. Lo cual fue espeluznante, desde entonces no le quitamos el ojo al pequeño.

–Vaya, amigo. Veo que tu día fue agitado –bromea Fede viendo a Nathan.

–¿Y yo qué? ¿No lo fue? Siento que para mí fue peor –me quejo.

–Puedo afirmarlo. Ella sufrió más que yo aunque yo hice muchas cosas complicadas. En fin, espero no volver a repetir algo así –cierra los ojos y suspira.

–Exagerado –murmuran las chicas.

–Exagerada su abuela –se defiende Nathan y las chicas lo miran mal–. Keit me lo enseñó el primer día que nos vimos.

Eso me hace volar al día en que nos conocimos y comienzo a reírme.

–Te acordaste de ese día, ¿verdad? –yo asiento–. No puedo creer que ocho meses después hemos terminado así.

–¡Ni lo menciones! ¿Recuerdas que...? Olvidalo –mis mejillas se tiñen recordando como se burlo de mí ese día.

–¿Qué cosa? Ya me entró curiosidad, ahora cuenten –dice Federico.

–Bueno...

–No, Nathan. Suficientes con recordarlo nosotros –le advierto interrumpiéndolo.

–No le hagas caso, está loca. Ya cuenta –dice Sasha a lo que yo abro mi boca ofendida.

–De todas formas lo iban a saber algún día, así que –se encoje de hombros–. Bueno, como ya conoceran a esta chica –me señala y yo ruedo los ojos–, y ella siempre que conoce a alguien nuevo lo escanea y eso.

–¡No me digas que se te quedó viendo como si era una psicópata! –se emociona Tiffany.

–Fue así. Admito que al principio fue incómodo el estar cerca de ella, más después de ese "escaneo", pero nos acoplamos y todo resultó bien como ustedes ven –sonríe.

–Lo peor fue que me ofreciste quitarte la ropa para apreciarte mejor –murmuro tapando mi rostro.

–¡Oh, es cierto! Casi lo olvido, y se puso tan roja que si no me hubiera molestado hubiera muerto de risa –se burla.

¡No manches! Hiciste casi lo mismo que hiciste... –trato de detener a Tiffany a que me meta en líos pero no resulta– con Jake.

–¿Con Jake? –frunce el ceño Nathan–. ¿Mi primo?

–No importa... –me interrumpe Tiffany nuevamente.

–Si, ¿no te contó?

–De hecho, no –me mira interrogante Nathan.

–Lo que Tiffany quiere decir es... –empieza Sasha.

–Lo que quiero decir es que incluso pasó por lo mismo con ambos.

–Explicate –se cruza de brazos Nathan.

–No le hagas caso, creo que hoy bebió antes de venir aquí –trata de ayudarme Beth.

Yo he quedado inmóvil sin saber que hacer ante esta situación. Lo que menos quería hoy era que Nathan supiera que su primo fue mi crush y eso exactamente está a punto de suceder.

El asistente de mi padre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora