Siempre me acompañaban al colegio mis padres, era algo así como "protección" ya que ellos se sentían más seguros si me iban a dejar al colegio y en el mediodía a traerme de nuevo, era una rutina de todos los días.
Este día era igual que los demás, nada especial y como siempre con mi mala suerte ¿Por qué? Porque no he superado a mi crush y es el peor crush de la historia, porque el tiene 24 y yo 15, ósea ¿Qué posibilidad tenía? Además hace dos semanas se oficializó con una chica que llega a entrenar, así que decidí olvidarme de él y ser lo más indiferente que pueda.
Y con el paso de los días lo he ido superando pero no hasta el punto de que puedo decir que ya no siento nada por él, porque estaría mintiendo.
Y como era de esperarse mi mala suerte continua, ya que mis amigas hoy me dejaron abajo y no vinieron a estudiar, aunque creo que ya me estoy acostumbrando a que lo hagan, casi siempre me toca andar sola en los recesos.
Hoy debía ir a cuidar a mi hermana en su clase de atletismo, significa que vería a mi crush, ya que él es el entrenador de mi hermana y no tengo de otra más que cuidarla. Al principio renegue y me rehusaba a cuidarla pero aunque me negué ¿Qué opción tenía yo? Sabía que siempre tendría que cuidarla por las buenas o por las malas, así que al final accedí a hacerlo y así me distraía un poco. El problema empezó cuando conocí al entrenador de mi hermana, dicen que el amor a primera vista es uno de los más fuertes al igual que el primer amor, y vaya que era verdad ya que lo viví en carne propia. En fin para no alargar la historia, me enamoré de él en secreto, aprovechaba siempre que podía para hablar con él aunque tartamudeara las primeras veces al final logré hablar con normalidad junto a él; todo genial hasta que llegó una chica nueva a entrenar de unos 21 años, y vaya que lamenté el haber estado allí ese día, ya que ellos al verse hubo una chispa o conexión como quieran llamarlo, y allí me di cuenta de que había perdido mi oportunidad, aunque fuera casi imposible que él se fijará en mí.
Desde entonces he decidido olvidarlo y aún más cuando descubrí que oficializaron su relación ¿Cómo lo sé? Porque me hice tan amiga de él que creo que me considera de confianza y nunca me había arrepentido de tener una amistad tan fuerte como la que tuve con él hasta ese día ¿Fue doloroso? Demasido diría yo ¿Imposible? Claro que no, porque me felicito por estarlo superando tan rápido.
En fin, luego de que el receso concluyera entré a clases y todo normal como siempre, exceptuando todas las críticas que siempre recibía por parte de mis compañeros de grado, era abrumador, estresante, habían ocasiones en las que no soportaba las ganas de llorar y corría hacía el baño a encerrarme y llorar; mi padre siempre me dijo que nunca me mostrará débil ante los demás, eso solo les daba ventaja y más razón para hacerme sentir mal. Muchos podían verme como la mejor del grado, (a pesar de que mis notas eran tan mediocres que dudaba ser la mejor del grado) atenta, que siempre andaba feliz, que no me importaba lo que me dijeran, aunque por dentro estuviera derrumbada por completo.
Con el tiempo aprendí como mostrarme fría ante los demás, no importaba lo que me dijeran siempre soportaba las ganas que tenía de partirles la cara y que mis lágrimas cayeran sin cesar, ya cuando llegaba a mi casa y entraba en mi recámara me derrumbaba por completo. Sentía que nadie me quería, ni mis propios padres aunque ellos dijeran que "me protegían" asegurándose de que entrará y saliera del colegió a la hora que debía.
Ellos eran los que más me lastimaban aunque no lo hicieran de forma física, lo hacían psicológicamente; diciendo que yo no servía para nada, mis notas siempre fueron bajas para ellos y lo peor de todo es que siempre me comparaban con mi hermana, aunque fuera menor que yo, según ellos era la mejor de las dos y aunque no dijera, ni expresara ninguna emoción en esos momentos, mi moral siempre bajaba y mi autoestima aunque estuviera ya por el suelo, al final de cuentas siempre caía aún más.
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El asistente de mi padre
Novela JuvenilElla siempre tenía mala suerte en todo lo que ocurría. Apenas empezaba a vivir su adolescencia y ya tenía desilusiones, tanto amorosas como familiares. Pero algo cambiará su vida y le permitirá conocer algo que no solo se basa en problemas, desilusi...