35. "Vaya navidad"

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–¡Es mi decisión! –le grito poniéndome de pie.

–¡No estás siendo justa! –me grita él, poniéndose también de pie.

–¡Tú no estás siendo justo! –empiezo a enfurecer aún más.

–¡Estás siendo egoísta!

–¡Tú eres el egoísta! ¡Es mi futuro!

–¡¿Y qué hay de nuestro futuro?!

–¡No puede haber un futuro así, si no me permites superarme!

–¡No puedes superarte de esa manera! ¡Existen otras formas!

–¡¿Por qué rayos no entiendes que es mi sueño?

–¡Eres increíble!

–¿Sabes qué? No debí haberte dicho nada, es una completa basura.

¿Cómo llegamos a esto?

4 horas atrás.

–Si, ¿hablo con el señor Porter? –pregunto por teléfono.

Exactamente. ¿Quién me busca?

–Soy Keitlyn McGavern.

Oh, señorita McGavern. Supongo que ya recibió nuestra nota, y ¿que le parece? ¿Aceptará?

–¡Si, por supuesto que si! Gracias por la gran oportunidad que me permiten, no saben lo feliz que me ha hecho esta noticia. A penas creía que fueran a leerla pero ahora veo que si –chillo emocionada.

Muy bien, para hacer los pasos finales, que tienen más que todo que ver con firmas y otros documentos nuestros, necesitamos que se reúna con nosotros en el parque central de la ciudad el 3 de Enero, cerca de las 2:00 de la tarde. Le agradeceríamos su puntualidad.

–Estaré allí, muchas gracias. Nos vemos.

Por cierto, requerimos solo de su presencia. Si fuera posible que llegara solo usted a la cita, se lo agradecería.

–No hay problema. Adiós –y la llamada finaliza.

Camino hasta la cocina y veo atareada a mi madre con la cena de navidad.

–¿Necesitas ayuda en algo? –mi madre da la vuelta perpleja y eleva una ceja.

–¿Disculpa? ¿Podrías repetir lo que acabas de decir?

–Que si necesitas ayuda.

–¡Oh Dios, hoy se cae el cielo! –exclama de forma dramática–. ¿Tienes calentura acaso? ¿O son tus hormonas? Ah, es que hoy Nathan vendrá.

El asistente de mi padre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora