Capítulo 4

215 14 0
                                    

Por fin fue Nuestro turno, Ya estoy en las últimas mis pies no pueden más salimos del baño y me estrelló contra un pecho duro levanto la vista. Me topo con un par de ojos grises  penetrantes hermosos unos ojos en las cuales puedes perderte Está mirandome fijamente como si me conociera como si le perteneciera Tiene el pelo oscuro y un poco rizado. Su rostro es de facciones duras y masculinas, con rasgos simétricos. Tiene las cejas rectas y oscuras por
encima de los ojos que son increíblemente claros. Y una boca que es perfecta, Le devuelvo la mirada, no puedo evitarlo. Es el hombre más guapo que haya visto en mi vida, dios que ojos tan hermosos no puedo evitarlo me sonrojo hasta el cuello siento mis mejillas en llamas, -- Lo siento -- le digo ami desconocido, Que mierda dije mío no no, el no me dice nada simplemente me mira es algo incómodo Sam decide hablar en ese momento-- amm, no quisiera interrumpir su duelo de miradas pero estoy muy cansada y quisiera irme ya así que mucho gusto tipo raro vamos Rose-- dice Sam, sólo está siendo la Sam de siempre.
Sam me toma de la mano y tratamos de pasar por un lado cuando soy detenida en seco miro mi brazo y encuentro una manoo tomandolo fuertemente me quedo sin aliento lo miro de nuevo y jo puedo descifrar su mirada me asusta un poco Se lo ve muy seguro de sí mismo. ¿Y por quéno iba a estarlo? Es muy guapo y
lo sabe.
No sé qué edad tiene, pero
supongo que se acerca más a los treinta que a los veinte. Es un hombre, no un chiquillo. jala mi brazo para acercarme más a él  y
tengo que acordarme de respirar.
—¿Cómo te llamas? —
pregunta en una voz baja,
pero audiblepor encima
de la música, trató de respirar Rose despierta habla-- amm Rose-- digo tartamudeando Sonríe. Al separar esos labios tan sensuales puedo ver dientes blancos y rectos.
—Rose, Me gusta.
Como él no se presenta,
me armo de valor y le pregunto su nombre-- y tu como te llamas?--
—Puedes llamarme Klaus —dice, y miro cómo mueve los labios. Nunca
me había fascinado tanto
la boca de un hombre. —¿Cuántos años tienes, Rose? —me pregunta a
continuación.Parpadeo. —Veintiuno.Se le ensombrece la expresión.
—No me mientas. —Casi dieciocho — admito Espero que no se lo diga
al Guardia y me echen de aquí.
Asiente, como si hubiera
confirmado sus sospechas.
Entonceslevanta la mano y me toca el rostro. suavemente, con cuidado.Me roza el labio inferior con el pulgar como si sintiera curiosidad por su
textura.

RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora