Los primeros rayos de sol del día me molestan en la cara y con gran esfuerzo logro abrir los ojos, hay demasiada luz.
Recuerdo que anoche decidimos dormir fuera y caigo en la cuenta de que debe ser muy temprano. Miro a mi alrededor y veo a Narel aún dormido apoyado en mi regazo, me muevo con mucha delicadeza para no despertarlo y decido entrar al baño y echar un vistazo a Sam.
No tengo ni idea de qué hora debe ser pero dudo que sean ni siquiera las siete de la mañana.
Entro de puntillas y me sorprende la imagen de Sam en la cocina preparando unos panecillos con mermelada.
La miro con asombro mientras me saluda enérgica:
-Buenos días, Chica ya no tan triste. -Pero bueno, ¿qué haces despierta a estas horas? ¿Y es ese mi nuevo nombre?
-Sí, es ese, porque ya no te veo yo tan triste.
Te dije que las ballenas curaban. Me río mientras me acerco para cogerla y darle un beso de buenos días. -Mmmm, y esto tan delicioso, pequeña, ¿qué es?
-Os he pillado que te has quedado a dormir y os habéis escondido fuera. y corro hacia el baño. Narel aún duerme a pesar del sol en su cara.
«Qué suerte tienen algunos», me digo, aunque imagino que estará acostumbrado a dormir así. Me tumbo a su lado y le doy un beso suave para despertarlo.
Abre los ojos con pereza pero se incorpora de inmediato para ir a ver a Sam. -¡Espera! -le digo mientras tiro de su brazo-. Sam ha preparado una sorpresa para nosotros. Hazte el dormido. -¿Ya está despierta?
¿Qué hora es?
-Pues son las siete y diez de la mañana.
-¿Y a qué hora llegan tus amigos?
-Ostras, me he olvidado por completo.
¡Tengo que escribirles! -Pues ahora hazte la dormida, que está Sam en la puerta espiando a ver si estamos despiertos. Nos reímos y nos tumbamos para disimular. Narel me abraza y me da cobijo. Oímos la puerta detrás de nosotros.
-¡¡¡Buenos díaaaaaaas!!! -grita la pequeña con un plato lleno de tostadas con mermeladas de colores, la mitad rotas y con todos los bordes pringados. Pobrecita. Con tanta ilusión que lo ha hecho. -¡¡¡Ooohh!!! Sami, ¿qué es esto?
-se hace el sorprendido Narel desperezándose como si acabara de despertarse. -Un desayuno sorpresa para los tramposos que no me avisaron de que podíamos dormir fuera -le reprocha Sam a su padre. Qué tierna-.
Pero estoy contenta de que esté aquí la Chica ya no tan triste, así que por esta vez, te lo paso, papi -replica imitando las palabras de un adulto. -Qué buena pinta, pequeñaja -le dice su padre contento. -¡Mmmm, sí! -le digo y engullo una tostada sin pedir permiso-. Si me disculpáis voy a llamar a mis amigos, a ver a qué hora llegan.
Entro en la casa para escribir a John y Cloe pero antes contemplo la imagen de los dos desde el ventanal y me quedo perpleja. Me siento ilusionada y asustada. Tengo ganas de que lleguen John y Cloe y presentarles a Narel y a la peque. Cojo el teléfono y veo un Whatsapp de Mark de hace diez minutos: Mark:
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Una mirada al océano
Teen FictionAurora es una artista libre e impulsiva que vive rodeada de velas en un precioso estudio frente a la playa de un pequeño pueblo al sur de California. Adora las piedras naturales, los gatos y andar descalza contemplando el cielo nocturno. Pero todo d...