Capitulo 26

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El siguiente mes y medio pasa volando. Finalmente le he pedido tiempo a Mark con la excusa de estar concentrada en mi próxima obra. Mi última gran obra en la que he estado trabajando todo este mes.


También me he excusado por no llevar bien nuestra relación a distancia. Al principio se lo tomó bien, al cabo de unos días insistió en venir y hablarlo, pero le pedí que respetara mi decisión. Después de casi nueve años, un mes y medio no es nada. He pasado todas las mañanas cuidando a Sam ahora que ya no tiene clase y que Narel trabaja de forma intensiva en su estudio sobre las ballenas. 

Nos hemos hecho cada vez más y más íntimas y, aunque he luchado por evitarlo, intuyo que Sam me ve como esa madre que nunca ha tenido. Damos paseos por la playa, nadamos, la llevo a ferias de antigüedades para enseñarle a valorar tesoros. Pintamos y pintamos sin parar, de hecho, me está ayudando con mi última obra.

 Bailamos por el estudio, descalzas y con vestidos de playa llenos de arena, cocinamos recetas que copiamos de YouTube y nos hacemos mil peinados y maquillajes locos. La quiero de un modo que no he querido nunca a nadie y es muy difícil para mí, a ratos, sobrellevar la situación. Tengo momentos de bajón en los que se me escapa alguna lágrima cuando ella no me ve, pero es que el solo hecho de pensar que no puedo seguir en su vida me parte el alma. No poder verla crecer, no poder ver cómo se gradúa, cómo encuentra su vocación, cómo tiene sus primeros amores, sus primeras rupturas, y estar ahí, como amiga aunque sea, sofá, tan a gusto y tan a salvo. Con Narel la relación ha ido creciendo, cada vez más real y fuerte. 

Con más sentimientos y más verdadera. Él siempre se muestra empático ante cada situación difícil a la que me enfrento y en general evita el tema, como si la nuestra fuera una relación normal. Le he mostrado todas mis obras y se ha declarado mi fan número uno. Siempre me pide que le deje mirar mientras pinto. Y pasamos tardes juntos pintando, bueno él mirando y yo creando. Aunque me cuesta concentrarme con él cerca y con su mirada clavada en mi lienzo. Esmeralda se ha quedado varias noches con la pequeña para que él y yo podamos disfrutar de cenas bajo la luz de la luna y de las velas en el faro, de tiempo solo para los dos. Le conté que me había separado de Mark y mi vecina no hizo más preguntas.

 Apuntó que Narel le gustaba más y sonrió como solo ella sabe. Hicimos una escapada los dos solos a San Francisco para visitar una galería de arte que me encanta, y luego un viaje exprés los tres a Tennessee para conocer la nueva casa de Jake y Flor. Pasamos un fin de semana junto a sus animalitos, al lado del lago. Sam quería que nos quedáramos a vivir con ellos. Incluso le pidió a su padre que cambiara su estudio sobre las ballenas por uno sobre ovejas tras enamorarse de dos corderitos mellizos recién nacidos, Tobby y Poppy. 

Fue genial y a Flor ya se le empieza a notar la barriguita. Están ya casi instalados del todo en esa casa en la que había vivido la abuela de ella, muy bonita por cierto, en medio del bosque y con el porche con vistas al lago. Imagino la maravillosa familia que formarán cuando nazca el pequeño en medio de tantos animales y naturaleza. Flor y yo hemos cogido bastante confianza, tenemos muchas cosas en común y me siento a gusto con ella. La verdad es que estos dos últimos meses han sido más bonitos e intensos que todos los momentos amorosos de mi vida juntos.

 Siento algo muy fuerte por Narel pero nunca logro olvidar lo que está a punto de pasar. Ya hace dos meses que John me diagnosticó la enfermedad y, por la fase en la que decían los informes que me encontraba, debo de estar al límite. Ya he dejado todos mis asuntos burocráticos arreglados, testamento, local casi vendido y poco más. He hecho todas estas gestiones sin decir nada a nadie y, aunque no ha sido fácil, me siento orgullosa de haber podido dejarlo todo atado antes de... Es cierto que, algunos días, he logrado olvidar mi situación, pero desde hace un par de noches me cuesta dormir. 

Una mirada al océanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora