17. Poco a poco.

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Yurio estuvo increíble, me a dejado sin palabras,  quiero felicitarlo hizo una excelente actuación.

Yuuri me lleva tras bambalinas, primero va hablar con alguien, que se me queda viendo un momento,  después veo que mueve en afirmación su cabeza a lo que Yuuri le dice, veo que se acerca emocionado a mi.

— van a llamar a Yurio, se está cambiando.

— ok.... te gustó la obra?

— me encantó! Fue lo más hermoso que he visto en mi vida .. bueno después de ti, claro está!

Me sonríe de una forma seductora, me hace sonrojar.

— Yuuri... yo...

— VÍCTOOOR!!

la animada voz de Yurio me saca de mi burbuja, se acerca y me abraza fuerte.

— sabía que no te valía verga anciano!... aprecio mucho que hayas venido!

Sus ojos brillan y su sonrisa es tan hermosa, le doy las rosas que tenía en mi regaso, se sonroja al tenerlas en las manos.

— me hubiera arrepentido toda la vida si no miraba tu debut, me fascinó tú actuación!.

—-en serio! Te gusto la obra!?

— me enamoré de ella!

Su sonrisa se amplía enormemente.

—  aah! Te traje algo más.

Veo a Yuuri y este sonríe al entenderme, se acerca a la parte trasera de la silla y saca de mi bolso un caja pequeña en color negra se la da, él la mira con curiosidad  y abre los ojos en asombro, al ver el contenido,  saca unas llaves con un dije de tigre.

— qué es esto?...Víctor!

Sonrió.

— tú siempre quisiste mi Mercedes Benz rojo, hice que Chris lo trajera de Moscú para ti, así ya no tendrás  que escuchar las quejas del abuelo, cada vez que le prestas un carro,  no te preocupes por el mantenimiento ese corre por mi cuenta.

Vi como quería llorar.

— no puedo aceptarlo, tu amas ese carro.

— Yuri ...ya no puedo usarlo, sería una lástima que se quedará a agarrar polvo.

Me estrechó de nuevo entre sus brazos.

— gracias!... Víctor!

****

— fue un lindo gesto lo que hiciste.

Sonrío y muevo la cabeza.

—  No podía pensar en nadie más que en él para dárselo... desearía que regresará a Moscú,  y que pueda desarrollarse en el ambiente que le gusta, Yurio no es muy fan de vivir en la costa, él es más cosmopolita, le gusta la ciudad, las tendencias, la vida nocturna... además podría desarrollarse más en el ballet aya... pero yo....

— ah ah..No Víctor Nikiforov!... No vuelvas a decir que por tu culpa le has frustrado la vida a alguien, Yuri  está aquí, porqué así lo desea, y te quiere... nunca lo olvides.

Yuuri empuja mi silla despacio, me hace pensar en qué ya debería de ver la vida diferente, pero... todavía tengo miedo, no logró aceptar mi nueva vida por completo y la misma sociedad no me ayuda mucho, me siento raro aquí entre las personas, hay varias de ellas que me conocen desde niño y me miran con lástima, realmente eso no me gusta, algunos nos detienen en nuestro andar, me saludan y cruzan un par de palabras, recordando  mi pasado, Yuuri percibe mi incomodidad, y se disculpa con él que habla, haciéndole entender que me encuentro un poco cansado.

Vamos al baño, hago que entre junto a mi al baño de discapacitados, como odio esa palabra, pero eso soy yo, un discapacitado.

— Víctor.... te encuentras bien?... quieres que ayude a sentarte ahí?

Niego con la cabeza, mi vista esta enfocada en mis piernas, tengo ganas de llorar, siento las manos de él en mis mejillas hace que lo miré, siento que las lágrimas quieren salir ya.
Me ve con empatía.

— cariño.... tranquilo... todo va estar bien....estoy muy orgulloso de ti, has hecho un gran paso...

— yuu...ri.

No lo soporto y me quiebro, busqué sus brazos para confortar mi corazón, me abraza como si fuera la persona más valiosa para él, siento que acaricia mi espalda.

— todo está bien... eres muy fuerte Víctor.... No puedes cambiar el pasado debes vivir con eso.... Siéntete orgulloso por lo que eres ahora y no lo que otros digan de ti.

— Yuuri.... quiero irme ya...

— Estás bien... te llevaré a casa.

Me desprendi de sus brazos, quería ver lo, me miraba con mucha ternura, acercó su mano para acariciar mi cabello.

— Víctor... esta bien...todo va salir bien... ok?

— .... ok

Después de eso el viaje fue tranquilo, pero yo lloraba en silencio, sentía la mirada preocupada de Yuuri, trataba de calmarme, pero era inútil, así que solamente las deje salir.

Al llegara a casa todavía había silencio entre nosotros, tal vez Yuuri estaba pensando en que decir para animarme,  miraba que hacía el intentó, pero no decía nada, sus ojos brillan cuando me miran, yo sólo atinó a sonreír con tristeza.

Yuuri me hizo algo ligero de cenar me recrimine a mi mismo, porqué no lo pude llevar a cenar a un restaurante, pero veo que todavía no estoy listo para mas gente.

Después de un rato me fui a duchar rápidamente, Yuuri se ofreció a ayudarme, pero le dije que estaba bien, la verdad, es que no sé si le gustará lo que mire, ni a mi me gusta lo que veo en el espejo, estas horribles cicatrices que tengo alrededor de mi abdomen y que decir de la que tengo en la columna, no podría soportar otra mirada de desdén. Tal vez mi cuerpo no es digno de ser visto de nuevo, ahoge un quejido.

« yo lo siento...es qué tu cuerpo a cambiado, ya no eres ni la mitad del hombre que eras antes, además me das miedo, podría abrirse tu herida»

Cierro los ojos y otra vez siento correr las lágrimas.

Creo que salí con los ojos rojos del baño, Yuuri no pregunto, sólo tomó una toalla para secar mi cabello, lo hace con delicadeza siento que me toca como si fuera la criatura más frágil que tiene entre sus manos, en vez de molestarme, me  relaja. Cierro los ojos para enfocarme en la sensación de sus manos.

Después vamos a mi habitación, me agarró de sus hombros, mientras, él me levanta como princesa para llevarme a mi cama, me deja con cuidado, siento que se va alejar, pero no me suelto de él, me aferro más a su nuca, escucho una pequeña risa, entonces me va recostando, quedando el encima pero sin dejar caer todo su peso en mi, me acaricia el brazo, y deja besos en el.

— Yuuri...

— mmn..

— puedes... quedarte... conmigo esta noche?

Se levanta, sus mejillas estaban rojas, me regala una cálida sonrisa.

»»»»»» Continuará

Luz de mi vida (Victuuri / Yuuvik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora