Era una noche casi como cualquier otra… Solo que, las calles se veían solitarias..Voy caminando sin algún rumbo fijo, solo quiero tomar un poco de aire puro por esas oscuras calles de Londres… Encuentro a Alfredo, un amigo de la infancia, vamos, tomamos un café y platicamos para sacar las penas, el stress y todo.
Recordando aquellos tiempos donde solíamos salir a la calle a jugar como nada mas nosotros sabíamos, discutir sobre mujeres, música y trabajo. Terminamos por retirarnos, salimos del café, nos despedimos, cada quien tomo su rumbo, seguía vagando por las calles que cada vez se iban quedando mas obscuras, mas solitarias, mas TÉTRICAS.
Ya pasado al menos 1 hora de haberme despedido de Alfredo, conseguí conciliar un olor así como de quemado, a los pocos segundos escuche sirenas, y como dicen la curiosidad mato al gato, JAMAS DEBI DE HABER OLVIDADO MI DESTINO. Sentía el calor, el olor de la carne quemándose,LA PUTREFACCIONEN SU MÁXIMO ESPLENDOR.
El Estadio Olímpico de Londres ardía en llamas, grandes y moustruosas llamas que parecían llegar hasta el cielo. ¿Qué era? ¿Qué había pasado? No lo se, nadie lo sabe, lo único que sabes es que termino, se quemo, SE EXTINGUIÓ.
Escuche un grito, al parecer de una niña, ese lugar tan pequeño que no parecía nadie estar ahí, pero se escuchaba, grataba, buscaba a su mama… -Mami, ¿Dónde estas?¡Ayúdame por favor!¡Me estoy quemando! Por favor mami, ayúdame.!- Se escuchaba desgarrador desde afuera…
Hice lo posible entre, me adentre entre las llamas a buscar a la niñita que antes había escuchado pedir ayuda. Corría dentro del estadio buscando a esa niña, el techo se derrumbaba, todo ardía en grandes y arduas llamas, pero no cesaba yo mi búsqueda. Gritaba yo a la niña -¿Dónde estas?¡Quiero ayudarte!¿Dime donde estas?- pero yo solo escuchaba ese desconcertante -¡Mama!¡Mama!¡Mama!, Ayúdame por favor!- De aquella niña.
Y yo sin saber donde podría encontrar a esa niña, busque pasillo por pasillo, pero nada. Encontré una habitación, la cual no parecía dañada ni nada, abrí la puerta y me adentre. Ahí estaba esa pequeña que tanto escuchaba yo lamentar, en ese rincón de la habitación, tome a la niña en mis brazos y le dije, -Todo esta bien, estoy aquí para ayudarte, todo esta bien- Y de sus tiernos labios escuche que ella mientras me abrazaba me dijo, -¡No! ¡Nada esta bien!- Me grito aquella niña –¿Pero porque?¿Que pasa?- Le conteste Desconcertado. Mire sus ojos tornarse obscuros, de sus manos salieron garras. Sentí unas plumas en mis manos, lo cual opte por aventar a la niña y observe como salían de su ropa un par de alas negras como la mismísima noche. Empezó a decir cosas extrañas, quise salir corriendo de ahí pero la puerta se dio un portazo, no pude abrir esa puerta, yo solo quería escapar de ese pñequeño demonio, pero no pude.
Golpee, grite y llore pero nada, no pude hacer nada.
La niña me miro y empezó a mover los dedos como entrelazándolos y escuche que decía –Tu no estas en mis planes, ¡No tenias porque llegar aquí!- Sentía como me empezaba a elevar por el cuarto y rápidamente chocaba contra las paredes, techo y el piso. Casi inconsciente escuche como la puerta se abría… Eran 3 hombres, un negro, un chino y el otro era de piel blanca. Los 3 se hincaron al ver al demonio ese y por fuera aun se miraban las llamas de ese estadio, escuche a la niña decirles, -Este hombre a profanado el lugar prohibido, ustedes tendrán que hacerlo pagar- En ese momento me tomaron y me sacaron del cuarto, me metieron en una camioneta y así logre salir de este horrendo lugar. Y al escuchar a esa gente que gritaba me desmaye.. No supe de mi, HASTA HOY.
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Historias De Terror
HorrorHistorias de terror Algunas Reales Otras No Tú decides cual creer que es real.