Reloj Maldito

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Vivía con mi esposo William en una nueva casa que recién habíamos comprado después de casarnos, era la casa de nuestros sueños y tenía un gran jardín para cuando tuviéramos hijos más adelante. Yo trabajaba como secretaria en una empresa cerca de la casa y él era farmacéutico, nos habíamos conocido por amistades en común y desde ese momento no nos separamos más.

Toda nuestra vida y relación era perfecta, obviamente teníamos problemas como cualquier pareja pero eran cosas que al final no tenían sentid y todo se arreglaba rápidamente entre nosotros. Estábamos lejos de pensar que podría pasar algo catastrófico en nuestras Vidas pero pasaría.

En nuestro aniversario de bodas entre tantos regalos que nos obsequiaron vi que nos habían dejado un reloj algo antiguo con una inscripción que decía: “Nunca te dejaré”, la verdad no me pareció raro así que lo conservé. Yo lo usaba casi siempre ya que en la cajita donde venía decía que era para mi, lo llevaba en mi bolso o en algún bolsillo de mi uniforme para no tener que ponerme uno en la muñeca pero con los días me comencé a sentir extraña, no sabría como explicarlo pero era una sensación como de deseo de muerte o de matar pero no entendía por qué, tenía pesadillas donde asesinaba gente sin piedad mientras me reía y disfrutaba cometiendo esos arroces crímenes.

Mi actitud también comenzó a cambiar, me ponía de mal humor sin razón y siempre le gritaba a los demás, un día llegué normalmente a mi trabajo pero al ver a mis compañeros no reconocí a nadie, para mi eran como desconocidos y no entendía por qué, comencé a sentirme mal y fui al baño mientras veía la hora en el reloj que me habían regalado, al llegar al baño recuerdo que perdí la conciencia y me desplome en el suelo. Cuando recuperé la conciencia me vi llena de sangre pero no tenía ninguna herida en algún lugar, así que salí y vi a mis dos compañeros muertos en el piso, una tenía uñas tijeras clavadas en su cuello y el otro un bolígrafo clavado en su corazón.

No supe que hacer así que salí de allí rápidamente sin rumbo fijo pensando si tal vez había sido yo o como habían muerto ellos, no recordaba nada de ese momento pero seguía viéndome ensangrentada, llegué rápido a casa y tiré la ropa al basurero. Más tarde vi en la televisión la noticia de dos cadáveres encontrados en una empresa y justo era donde trabajaba pero según reportes no sabían quién había sido ya que en ese momento no estaban funcionando las cámaras de seguridad de ese piso, así que nadie pudo verme para mi suerte supongo.

Llegada la noche llegó mi esposo de trabajar y le di de cenar para luego irnos a dormir, no le dije nada de lo que me había pasado en el día para no alarmarlo sobre algo que ni yo comprendía, así que mejor callé y después de un rato vi la hora en mi reloj y nos fuimos a dormir. A la mañana siguiente me escandalice al ver una terrible escena en la habitación, mi esposo yacía muerto a mi lado con su corbata enredada en el cuello y con múltiples heridos provocadas con un cuchillo que vi enterrado en su estómago.

Después de esto me percaté que tenía las manos llenas de sangre junto con mi pijama, me resistía a creer que había sido yo al igual que pasó en mi oficina, no recordaba haberlo hecho pero no encontraba una explicación lógica para esto. Como era posible que perdiera la conciencia y despertará viendo a alguien muerto al parecer asesinado por mi, rompí en llanto por la pérdida de mi amado esposo sin saber si llamar a la policía pero si lo había iría a prisión y realmente no quería eso, así que tuve que tomar otra decisión.

Decidida fui a buscar algo para cortar su cuerpo en pedazos más pequeños para luego meterlos en bolsas de basura, eso fue lo que más me dolió en la vida por qué lo amaba. Cuando terminé tomé las bolsas y las enterré en el jardín en el que soñábamos ver nuestros hijos correr algún día, esto me llenó de nostalgia pero era lo único que podía hacer ahora. Después limpié todo y me fui a bañar para luego irme de la casa ya que seguramente me iban a preguntar por él, así que preferí huir de nuestra casa soñada.

Mientras estaba en la ducha trataba de entender que era lo que me pasaba pero no sabía que me estaba pasando, pero estaba segura de que era muy malo ya que esto me estaba llevando a asesinar personas sin poder recordar nada después, esto me frustraba mucho pero trate de dejarlo a un lado. Empaque mis cosas, tomé mi reloj y me fui de la casa.

Cuando se terminaron mis ahorros tuve que vender esa casa para seguir sobreviviendo, pero eso pasaba a un segundo plano sabiendo lo que me estaba pasando, cada día perdía la conciencia y luego despertaba ensangrentada, a veces sabía quién había muerto y otras sólo me veía llena de sangre en toda mi ropa y mi cuerpo. Pensaba y pensaba como había llegado a esto y recordé que todo había cambiado desde que no sé quién me había dejado ese reloj de bolsillo en mi aniversario de bodas pero nunca supe quién fue así que eso era lo primero que debía saber por qué a medida que pasaba el tiempo todo empeoraría, me di cuenta que toda la escena macabra comenzaba en el momento en el que lo abría y miraba la hora así que decidí no usarlo más mientras descubría todo.

Llamé a todas las personas que invité ese día y ninguna me supo dar razón del dichoso reloj, me preocupó no saber de dónde provenía ya que estaba segura que tenía que ver de alguna manera con los asesinatos que yo cometía en mi estado de inconsciencia. Recordé que mi difunto esposo no dijo nada sobre el reloj, sólo sonrió ese día nada más, parecía que ya sabía de dónde venía este reloj así que busque entre sus cosas y papeles que aún conservé y vi un recibo de una tienda de antigüedades el cual hablaba de un reloj de bolsillo dorado y tenía un precio más la dirección de la tienda así que pensé en ir allá a preguntar.

Al día siguiente fui hasta allá y le mostré el reloj al vendedor el cuál se asustó un poco al ver que lo tenía, cerró el negocio para poder atenderme y comenzó a decirme de dónde venía este reloj. Me dijo que antes hace muchos años perteneció a un asesino serial de esa época y que había muerto en prisión, también me dijo que el reloj parecía tener algo de él por qué todo el que lo compraba luego lo devolvía porque pasaban cosas muy malas a quién lo tuviese en su poder y luego volvían a ser como antes.

Todo para mi comenzaba a tener sentido, su energía o espíritu estaba en el reloj y por esto yo hacía estas cosas, le pregunté por qué si sabía lo que pasaba lo seguía teniendo y vendiendo a las personas y dijo que para librarse él de lo que le pudiera pasar y por esto nunca le decía nada a los compradores.  Así que tomé la decisión de deshacerme de el reloj yo misma, me despedí de él y salí de allí directo hacia un bosque que había cerca y allí lo enterré. Así me aseguraría que no causaría más daño a los demás.

Traté de seguir mi vida como siempre, conocí a Héctor, con el que me sentía amada de nuevo y le conté lo que me había pasado y no me juzgó, todo lo contrario, me apoyó y siguió conmigo porque yo no tuve la culpa de lo ocurrido. Ahora vivimos felices en otra casa hermosa y antes de recibir cosas nos cercioramos de que no provengan de alguna persona que pudiera ser perjudicial para nuestra familia ya que ahora teníamos una hija. Espero mi experiencia les sirva a los demás para que estén más atentos a cosas extrañas y no pasen por lo mismo que yo. FIN.

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