La Dama Asesina

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Esta es mi historia, les contaré cómo llegué a ser una de las más crueles asesinas y ladronas, ahora estoy condenada a pena de muerte por medio de la inyección letal...

Mi nombre es Antonella, soy hija única, nací en una familia dónde siempre había maltrato, siempre veía como mi padre maltrataba a mi madre cada vez que se embriagaba hasta dejarla inconsciente y yo no podía defenderla a mi corta edad, no entendía por qué ella no lo denunciaba para que ya no pudiera golpearla más. Siempre lo perdonó por qué él juraba que cambiaría pero nunca pasó, cada vez aumentaban los golpes hasta aquel fatídico día en el que mi madre ya no despertó después de una brutal golpiza, mi padre al darse cuenta de que la había asesinado se da a la huida dejándome sola con el cadáver de mi madre tirado en la cama.

Yo no sabía que hacer por que apenas tenía unos 6 años, solo me quedé ahí esperando a que alguien llegara y me ayudara, pasaron días y al fin llegó la policía al ser alertados por vecinos del fuerte olor que salía de la casa, pues era mi madre que se estaba descomponiendo y me encontraron ahí en el piso en la habitación de mi madre toda sucia y hambrienta, rápidamente me sacaron de ahí y me llevaron a un hospital donde me limpiaron, vistieron y alimentaron, los policías me preguntaban que había ocurrido y como pude siendo tan pequeña les dije lo que mi padre había hecho.

Fui llevada a un orfanato ya que no tenía más familiares quién se hicieran cargo de mi, me atendían psicólogos debido al trauma que me había causado tal escena pero dentro de mi había un sentimiento de gran enojo en contra de mi padre y quería que pagara por lo que había hecho, después de un tiempo ya no me veía ningún psicólogo por que decían que ya estaba bien, pero en mi interior aún estaban esos sentimientos de odio y quería que él pagara cada golpe que le había dado a mi madre. Mi padre no fue encontrado, quizá se había ido de la cuidad y entonces me prometí a mi misma que algún día lo encontraría y lo haría pagar por todo el maltrato vivido.

Cuando tenía 8 años fui adoptada por una pareja aparentemente buena, pero a mi no me daban confianza, sabía que había algo malo en ellos y efectivamente así fue, una vez que ya estaba en su casa comenzó el infierno para mi, me obligaban a cocinarles, a limpiar la casa en un principio y si no lo hacía me golpeaban y no me daban de comer, así que me portaba bien para que ya no me hicieran nada. Después ocurrió algo que me cambiaría por completo, un día comenzaron a drogarse y embriagarse y solían volverse locos, hasta tenían relaciones frente a mi pero no les bastó con obligarme a ver, un día ellos me tomaron a la fuerza y abusaron de mi, ese maldito me tocaba y me penetraba con fuerza sin piedad mientras ella solo observaba excitada la escena y se masturbaba mientras lo veía todo, no soporte tanto y me desmayé de tanto dolor que sentía.

Al día siguiente desperté en mi cama como si nada pero sentí mucho dolor, me levanté y los vi dormidos en el sillón, los miré con tanto desprecio que recordé a mi padre, me dije a mi misma que me lo iban a pagar, me aguanté sus ultrajes por un tiempo más hasta que vi mi oportunidad. Una noche mientras estaban ebrios y drogados como de costumbre yo ya sabía lo que me iban a hacer, así que antes tomé un bisturí que encontré y lo oculte bajo mi ropa así que cuando fue por mi ya estaba preparada, cuando ya iba a desgarrar mi ropa en un momento saqué el bisturí y le hice un corte en su pecho y otro en su garganta dejándolo tirado en el suelo, luego me dirigí hacia ella y se lo clavé en el corazón hasta el fondo una y otra vez hasta asegurarme de que estaba muerta, lo vi a él y aún estaba vivo, entonces me le fui encima y le clavé el bisturí en el estómago también muchas veces, veía como la sangre salpicaba todo el lugar y hasta sentí placer mientras lo hacía, finalmente huí como pude del lugar dejando sus cuerpos ahí.

Luego de eso viví en la calle, no quería vivir con más personas por que creó que todas me iban a hacer daño y eso era algo a lo que no estaba dispuesta nunca más, aquel que quisiera dañarme sufriría las consecuencias por que descubrí que podía hacerlo. Cuando ya no tuve más del dinero que les había robado a esos malditos no tuve más remedio que convertirme en una dama de compañía ya que tenía buen cuerpo a pesar de ser menor de edad y era muy bella, no tardé en ser contratada por una dama que se dedicaba a eso, me dio donde vivir y ropa provocativa, me enseñó a arreglarme y usar tacones.

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