Historias De Terror

Reflejo Maldito

Soy Kendall y voy a contarles mi historia, una historia que cuenta como llegué a matar a mi hermana gemela Kylie hace un año aproximadamente.

Kylie y yo no éramos tan unidas la verdad aunque fuéramos gemelas, desde niñas me sentía apartada de ella, como a su sombra. Ella solía ser mejor que yo en todo según los demás y hasta para mi familia ella era la más simpática e inteligente, con una personalidad alegre y extrovertida y yo debí ser como ella, eso decían mis papás, todo era para ella, los mejores regalos, ropa, todo lo que ella pidiera se lo concedían mientras yo estaba sola, sólo me ignoraban, llegué a pensar que mis padres no me querían y sólo la querían a ella.

Yo era buena estudiante, sacaba buenas calificaciones para que así también me premiarán como a Kilye pero nunca sucedía, siempre pasaba desapercibida en todo. Me sentía tan mal que sólo lloraba sola en mi cuarto preguntándome por qué mis padres no me hacían caso si yo era buena niña y siempre me portaba bien, sólo quería que me dieran el mismo trato y Amor que le daban a ella que era la consentida de todos, menos yo, parecía más bien un fantasma en mi propia casa. Hasta ella me ignoraba.

Todo esto me frustraba por que todos mis esfuerzos eran en vano. Tenía la esperanza de que las cosas en algún momento cambiarían pero no fue así, pasaron los años y ya estábamos en la Universidad pero todo era igual, ella era la más popular y la más querida por todos y yo simplemente no era nadie a su alrededor, ni tenía amigos, de las dos ella era la que conseguía novio y a mi ninguno me miraba, todos se enamoraban de ella, podía tener el hombre que quisiera. Yo sentía que la odiaba cada vez más y más por ser tan perfecta, ya estaba cansada de rechazos de todo el mundo.

Sentí un gran deseo de venganza hacia quien fuera mi obstáculo para ser alguien ante todos, cada vez que la veía me daban ganas de hacer que desapareciera de mi Vida para poder ser feliz pero no sabía cómo lograrlo en ese momento. Lo pensé varios días y creí que provocándole un accidente quizá así lograría mi objetivo, así que busqué la manera de contratar a alguien que se hiciera pasar por un ladrón para que simularan un robo pero por desgracia este tipo no le hizo gran cosa, ¿la hirió? Si, pero no fue suficiente por que la maldita sobrevivió. Entonces ya debí pensar en algo más.

Después traté de envenenarla enviándole sin remitente una caja de chocolates pero tampoco funcionó, estaba acompañada por una de sus amigas en ese momento y pudieron llevarla al hospital y le salvaron la Vida, no encontraron un culpable por el intento de envenenamiento y de mi no dudaron por ser la hermanita menor y buena chica. Yo no podía creer la mala suerte que tenía, parecía que no iba a ser capaz de deshacerme del problema pero no iba a rendirme, ¡eso no!, dejé las cosas así por un tiempo para no levantar sospechas o dar un mal paso y que pudieran descubrirme antes de lograr mi objetivo.

Pasaron dos años y yo ya me encontraba trabajando en una empresa como secretaria, mi Vida no había cambiado mucho, seguía sola, sin amigos ni novio pero justo ahí donde trabajaba había un chico que me gustaba mucho pero no me prestaba atención, me arreglaba incluso para que tal vez si se fijará en mi pero no era suficiente para llamar su atención, era como un cero a la izquierda para él también. Seis meses después yo seguía pensándolo, ya me había enamorado  de él, siempre llegaba más temprano que él y le dejaba pequeños mensajes en su escritorio como de una admiradora secreta pero nunca los leía ni siquiera, me sentía triste por que no era capaz ni de hacer que un hombre me mirara.

Un día el que era mi jefe en ese entonces nos citó a reunión a todos los empleados de a empresa, nos dio la triste noticia de que se iría por razones personales y que tendríamos una nueva jefa, nos entristeció la noticia puesto que él era un buen jefe y lo queríamos mucho, ahora debíamos esperar hasta fin de mes para conocer quién lo reemplazaría. Cumplido  el plazo se llegó el día de saber quién sería mi nueva jefa y ¡oh sorpresa! Era Kylie la nueva gerente de la empresa, yo quedé muy sorprendida de cero ahí parada frente a mi, se veía perfectamente bella como siempre, todos se le quedaban viendo, incluso el chico que me gustaba. No podía creer que quién más odiaba ahora iba a ser mi jefa, como era posible que el destino mismo nos pusiera a trabajar juntas en el mismo lugar.

Ella ni siquiera me determinó, sólo me vio y siguió de largo hacia su oficina, después me llamó sólo para pedirme un café solamente y no me dijo nada más. Llena de ira salí de su oficina y al rato volví con su café y se lo dejé en su escritorio, pasaron los días y yo sentía que el tiempo ahí se me hacía eterno de sólo verla siempre, era como un martirio para mi.

Dos meses después iba yo hacía su oficina para que me firmará unos papeles que eran urgentes pero mayor fue mi sorpresa al encontrarla besándose con aquel hombre que me gustaba, yo me sentí morir al ver que a ella si le hizo caso y a mi solo me ignoraba. Me dirigí hasta el baño y lloré hasta que me cansé de tanto dolor e ira que sentía, mis sentimientos de odio y de venganza hacia Kylie eran cada vez más grandes y definitivamente yo tenía que hacer que desapareciera definitivamente de este mundo, así ya no tendría que verla más obteniendo todo lo que yo anhelaba.

Decidida pensé en otra manera de hacer que sufriera otro accidente pero que está vez no fallara y se me ocurrió que tal vez un accidente de auto sería suficiente. Antes de que ella saliera de su oficina fui a su auto y le descompuse los frenos para que se accidentara mientras conducía, creí que está vez lo lograría pero no fue así por que la maldita sobrevivió gracias a que su auto tenía bolsas de aire y llevaba el cinturón de seguridad puesto, sólo sufrió breves lesiones pero nada importante.

Estaba convencida ahora si de que debía ser yo quien la asesinara con mis propias manos y más habiéndola visto con el hombre que amaba, pensándolo bien también quise deshacerme de él por que si no era mío no lo seria de otra y menos de mi hermana, y eso era lo que iba hacer, debía planear en que momento lo haría y de que manera. Decidí seguirla para así saber que hacía, a dónde solía ir y dónde vivía para poder lograr mi objetivo final.

Hice eso durante un mes mientras me preparaba para deshacerme de esos malditos traidores, un día ya en la noche me dirijo hacia su casa y logro entrar sin que se despierte y para mayor sorpresa cuando abro un poco la puerta de su habitación la veo con él durmiendo juntos, sentí una ira incontrolable y más deseos de matarlos a ambos ya que tenía la oportunidad de hacerlo al mismo tiempo. Entré a la habitación y miré lo que había empatado en mi bolso para asesinarla y tomé una cuerda con la que muy despacio los fui amarrado a la cama a los dos y ya cuando ella se despierta se ve atada de pies y manos y él también, lo despierta y de inmediato les tapo la boca con cinta para que no pudiera gritaran.

Comenzaría por él para que ella lo viera morir con sus propios ojos, tomé una navaja y le corté su miembro de raíz, este se retorcía de dolor mientras se desangraba y Kylie lo miraba aterrorizada e impotente por no poder ayudarlo, con esa misma navaja le hice un corte en el pecho y con mis propias manos le arranqué el corazón causando su muerte de inmediato. Ahora seguía ella, sus ojos no dejaban de reflejar dolor y miedo hacia mi por lo que había hecho con su novio, comencé haciéndole cortes en su cara destrozando su gran belleza, belleza misma que me lo había quitado todo, el cariño de todos y de mis padres, veía como la sangre brotaba de su cara para luego apuñalarla múltiples veces hasta causarle la muerte, me deshice de mis huellas en el lugar y hui.

Después de matarlos, aún no me podía olvidar de ella ni del rencor que sentía por ella, cada vez que me miraba al espejo veía la cara de aquella mujer. La locura y la ira me abordaba cada vez que veía mi reflejo, hasta que cegada por el recuerdo de mi hermana gemela en los brazos de quien fue mi amado alguna vez tomé unas tijeras y me arranqué los ojos. Ahora vivo en total oscuridad, pero por lo menos ya no veo su despreciable rostro en el espejo y por otro lado al fin pude lograr lo que siempre quise, mi venganza. FIN.