El Árbol del ahorcado

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Hace muchos años en el hospital civil viejo de la ciudad de Guadalajara, había un joven quien padecía cáncer en una etapa muy avanzada, todo se derrumbó cuando su medico le dijo que ya no podría salvarse, que sus días estaban contados, por lo que el joven tomaría una espeluznante decisión que escribiría una de las leyendas más aterradoras de la Perla Tapatía.

A pesar de los esfuerzos de su madre de animarlo, sus intentos eran en vano, le había llevado la estampa de un santo para que se encomendara, pero su hijo renegaba ante la imagen y todo lo que tuviera que ver con Dios, el joven había perdido la fe, así que en un momento de la noche que el adolescente estaba solo, decidió acabar con su dolor.

Junto a su ventana, irónicamente estaba un panteón… El panteón de Belén, por lo que el joven con la ayuda de una sabana bajó a la tierra de los muertos, para en uno de sus arboles cometer suicidio, ahorcándose a la luz de la luna.

La leyenda cuenta que por las noches se puede ver la sombra del joven colgado donde una vez estuvo el árbol donde falleció, del árbol solo queda el tronco mochado, pues se cortó para acabar con las manifestaciones paranormales, sin embargo el alma en pena del ahorcado sigue ahí…

Se dice que en el panteón de Belén esta encantado, pues además de esta tétrica historia, la acompañan otras de terror, las más conocidas son: La tumba de Nachito y el árbol del vampiro.

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