Era día de hacer limpieza general, y vaya que era aburrido. Desde que Lucy me dejó, yo me tengo que encargar de estas cosas triviales y aburridas. Estuve limpiando todo el día, sin embargo, cuando decidí tomar un descanso algo llamo mi atención. Mi antigua libreta de notas estaba abierta en el suelo, con un trozo de papel rasgado encima.
Me acerqué lleno de curiosidad y tomé el trozo de papel. Al voltearlo me sorprendí al ver que solo había una palabra allí: “ayúdame”. Cabe destacar que la letra era prácticamente un garabato sencillo. Arrugué el papel y lo boté a la basura, pensando que Cindy tal vez lo había garabateado hace mucho y simplemente había quedado ahí.
Pasaron varios días cuando ocurrió de nuevo. Al llegar a casa me encontré mi antigua libreta de notas, abierta en mi cama con un papel rasgado, el cual había sido rellenado con la palabra “ayúdame” varias veces. Esta vez, un poco asustado y confundido, decidí romper aquél trozo de papel y guardar mi libreta en lo más profundo del closet. Sin embargo, las cosas no pararon ahí. A pesar de mis intentos, al despertarme en la mañana encontré la misma libreta abierta sobre mis tostadora con la frase “por favor no me ignores”. Esta frase me hizo pasar del miedo a la molestia. Busqué un bolígrafo y garabatee en la libreta “ ¿¡qué es lo que quieres!?” Cerré la libreta con violencia y me dirigí a trabajar.
No me sorprendió mucho llegar a casa y encontrarme la libreta, dentro de mi tina. Esta vez, el mensaje decía: “necesito que me ayudes, no lo aguanto más”. Eso despertó mi interés y a la vez una gran cantidad de preguntas: ¿Quién me estaría haciendo esta broma? ¿Y cómo están entrando a mi casa? Sin embargo, decidí continuar con el juego, y papeles junto con mi libreta aparecían de vez en cuando distintos lugares de mi casa. Los papeles siempre repetían lo mismo: “ayúdame” “ya no aguanto más” “yo solo no puedo salir de aquí”.
Por ello al pasar el tiempo empecé a aburrirme y decidí escribir algo más directo para acabar de una vez por toda esta broma. Mi papel contenía lo siguiente: “Te puedo ayudar, pero necesito que me digas cómo, y lo más importante, ¿dónde estás?”
Después de ese último mensaje decidí irme a dormir. A la mañana siguiente, para mi sorpresa mi libreta estaba tirada en el suelo, sin una sola hoja y mi casa estaba llena de muchos papeles que contenían la misma información. “Estoy en la tercera dimensión y necesito que te suicides para ayudarme. Por favor suicídate, suicídate, suicídate.” esos mensajes me llenaron de auténtico miedo, al punto de salir corriendo de mi casa, descalzo solo con mi pijama y mi cartera.
Decidí quedarme un par de días en casa de un amigo, y al volver a mi casa por ropa, me asustó encontrar absolutamente todo el piso de mi apartamento lleno de los mismos papeles. Decidí correr a mi cuarto y guardar solamente mi ropa y uno que otro par de zapatos. Sin embargo, mi mayor sorpresa es que al voltearme pasar salir, en mi espejo, con un marcador estaba garabateado el mismo mensaje: “Estoy en la tercera dimensión y necesito que te suicides para ayudarme. Por favor suicídate, suicídate, suicídate” con mucho miedo, salí corriendo del apartamento y decidí vender todas las cosas que había en él.
Más nunca llegue a saber más nada de ese ente. Sin embargo, me enteré que a los 3 meses la pareja que había comprado la casa también decidió vender, por unos papeles misteriosos que aparecían en cada rincón de la casa.
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Historias De Terror
TerrorHistorias de terror Algunas Reales Otras No Tú decides cual creer que es real.