Hope, mi hermana menor, es la chica de la que había hablado anteriormente: es aficionada al Yoga y es ayudante en una clínica veterinaria. Ella me ha ayudado mucho con Charly, a quien, por cierto, ama tanto como yo.
—...y así fue. No sé si me estoy enamorando de nuevo. Por lo menos me hizo olvidar todo lo que me ocurrió en un solo día.
—Lo siento mucho por lo de tu empleo ¡Ya vendrán momentos mejores!
—Eso espero...
—Entonces mi hermana ya va por el segundo novio en su vida ¡Que emoción!
—No lo creo, Hope. Como te dije, puede que tenga pareja, no me haré ilusiones ¿Cómo vas en el Yoga?
—¡Genial! — gritó — el profesor me ofreció empleo en la academia.
—Me alegra mucho.
La charla se vio interrumpida, alguien entró al departamento. Por unos segundos me saqué un gran susto. Imagina que alguien abre la puerta de tu casa de repente. Pero se trataba de Aaren.
—¿Aaren? ¿Cómo entraste? — pregunté.
—Le saqué una copia a tus llaves la noche de... — se quedó callada unos segundos cuando vio a Hope, los semblantes de ambas cambiaron rotundamente —. ¿Qué hace aquí la bastarda?
—Déjala en paz — bramé.
—¡NO! ¡NO QUIERO VERLA! — gritó, encolerizada, como si un demonio la hubiese poseído.
Hope, no respondió a los insultos, se quedó parada mirando al suelo, afligida.
—¡Es nuestra hermana! ¡No le digas así!
—¡Eso no es mi hermana! ¡No es mi culpa que sus padres la hayan botado a la calle como la basura que es!
—¡Aaren!
—¡Pudrete! — gritó Hope, con lágrimas en los ojos.
Mi hermana mayor caminó directo hacia ella y le soltó una bofetada, derribándola. Charly huyó a mi habitación, asustado, mi corazón se aceleró bastante.
—Llegaste demasiado lejos, Aaren, vete de aquí — ordené mientras ayudaba a Hope a levantarse
—No — dijo Hope —. Yo me iré.
La mejilla izquierda se le tornó colorada. Aaren estaba respirando fuertemente y tenía los puños cerrados además de rigidos.
—Vine a organizarme contigo para el cumpleaños de... de tus padres, pero creo que es mejor que yo no esté ese día. Tu hermana tiene razón, Elena. No soy tu hermana — salió del departamento a pasos agigantados, con la cabeza agazapada.
—Ely — dijo Aaren —. Perdón, pero sabes que no la soporto.
—No entiendo tus estúpidas razones — bramé con los ojos llorosos —. Ella nunca te ha hecho nada malo.
Aaren se quedó callada. Me di media vuelta para perseguir a Hope, esperando alcanzarla.
Por suerte, logré detenerla antes de que arrancara su moto.
—¡Hope! — grité.
Ella levantó el visor de su casco, revelando su rostro herido y furioso a la vez.
—No le hagas caso — dije —. Tu eres parte de mi familia, eres mi hermanita.
—Tendrá sus razones para odiarme. Pero tienes que aceptarlo. Aaren decía la verdad.
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La Profecía de ARKADIA
Science FictionElena Glitter, historiadora de 25 años, residente de Silicon Valley, descubrirá que la historia de la humanidad no ocurrió como profesan los libros. Ella, junto a su hermanastra, se embarcarán en una épica odisea por descubrir los secretos de una a...