Afortunadamente el enfrentamiento no llamó la atención de nadie para que entonces Peter y Leon enterrasen los cuerpos de sus victimas en diferentes locaciones alrededor de Emerald Lake. Ya estaba amaneciendo y los rayos del sol atravesaban gentilmente las copas de los arboles. Las aves servían de coristas musicales para acompañar aquel romántico y funesto escenario boscoso. Leon se aquejaba un poco de su espalda mientras cavaba la última tumba, no obstante, Peter gozaba del santo grial de la juventud cavando como si de un deporte del cual fue campeón olímpico se tratase. Leon comenzaba a añorar sus años de gloria al ver el vigor que tenía el chico (pero al mismo tiempo no).
Pasó alrededor de una hora y la lluvia dorada cesó de arropar al bosque, y fue entonces cuando Leon regresó a la cabaña, donde ya estaba Peter desde hace buen rato.
—Tardaste demasiado, anciano — dijo Peter sarcásticamente.
—Algún día tendrás mi edad — refunfuñó Leon.
—Joder, hermano, tú haces que me de miedo envejecer.
Leon ignoró los comentarios de Peter y le dio la espalda para sentarse frente a la laptop, la cual se mantuvo intacta, por mera suerte, durante el tiroteo. Sin embargo Leon olvidó sus malestares fisicos y los reemplazo por una sonrisa de oreja a oreja, pues había encontrado algo interesante en la laptop. Por otro lado, Peter se tumbó de nuevo a la cama, aún estaba un poco alterado por la frenética acción, pero trataba de no mostrarle más debilidades a Leon, pues en cierto modo le tenía respeto.
—Ja, ja, ja, ja — rió lenta y siniestramente.
—¿Qué es tan gracioso, Leon?
—El imbécil de Logan Crawford acaba de citarme para una entrevista en su maldito edificio en San Francisco.
Peter levantó ambas cejas sorprendido.
—¿En verdad? Pero lo enviaste en la madrugada ¿Qué carajos?
—Crawford no tiene empleados, chico, sino esclavos. Pero no te preocupes, después de conseguir la información de Lehner, me encargaré de liberarlos.
—"Leon Lane, el hombre más buscado de San Francisco por asesinar a sangre fría al magnate empresario Logan Crawford" — musitó Peter mientras actuaba como reportero de televisión — ¿Conoces las repercusiones, verdad?
Leon se levantó de la silla y encaró al chico.
—Aaron Hathaway. Así es como me llamaré durante la entrevista. No iba a usar datos reales, tremendo imbécil.
El chico arrugó los labios y echó la mirada al suelo, tenía sentido para él.
—Es hoy a las cuatro de la tarde — continuó Leon —. Esconderemos el baúl en esta cabaña. Busquemos un sitio para comer y ahí te explicaré el proceso.
La cabaña tenía una especie de "sótano" muy pequeño debajo de las maderas que recubren el suelo, el cual estaba cubierto por una alfombra azul. Ahí es donde metieron las armas del D.A.S.G.
Después de asearse un poco en el lago, subieron a la camioneta y se dirigieron al restaurante Burger Killer, en San Francisco, y ambos degustaron una hamburguesa y un vaso grande de Infect-Soda. Leon se tomó algunos minutos para hablar acerca del plan, el cual no era muy complejo para un pistolero a sueldo como Peter, bueno, como el Peter de hace una década. Dicen lo que bien se aprende jamás se olvida.
Tuvieron que pasar algunos instantes para dejar en claro todo; enseguida de esto, la charla murió abruptamente, ya que ninguno de los dos dijo una palabra más. Lo único que escuchaban era el crujir de las patatas fritas y los sorbos al refresco.
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La Profecía de ARKADIA
Science FictionElena Glitter, historiadora de 25 años, residente de Silicon Valley, descubrirá que la historia de la humanidad no ocurrió como profesan los libros. Ella, junto a su hermanastra, se embarcarán en una épica odisea por descubrir los secretos de una a...