Pocos minutos después de que Elena abandonara la escena del crimen para tratar de salvar la vida de su mascota, la policía arribó al edificio. No hicieron gran cosa ni tampoco hicieron falta, ya que Elena se había encargado de atar a todos los criminales conforme los erradicaba. Una pareja de oficiales se tomó unos segundos para poner a salvo a los civiles e interrogarlos:
—¡Ya se lo dije! — exclamó la chica —. Una mujer con super poderes fue la que detuvo a estos rufianes.
Los policías soltaron una carcajada bastante desagradable.
—Los super héroes no existen, niña. Mejor ve a hacerte un examen de la cabeza — respondió uno de ellos.
—Estoy diciendo la verdad. Ustedes no hubiesen podido ni detener a uno solo.
El agente apretó los dientes, se llevó los puños a la cintura y le dio la espalda a la chica para dirigirse con el portero.
—Señor Travis. Usted es el portero del edificio ¿Cierto?
—Sí, oficial — respondió con gran suavidad y calma mientras mordía un pedazo de pan. Estaba bastante impactado.
—¿Podría facilitarme el nombre de la presunta heroína?
—Elena Glitter, señor. Vive en el ultimo piso. Salió corriendo con su mascota en brazos después de detener a los ladrones.
El oficial apuntó el nombre en una libreta. Las patrullas se llevaron a todos los criminales... pero ahora la ley de Silicon Valley tenía un asunto que atender con una nueva heroína en las calles, y así mismo, el mundo conocería al primer súper héroe real.
Mientras tanto...
Leon, Liam y yo íbamos de vuelta al edificio. No dejé de sostener fuertemente el sueter de Charly durante todo el camino. Los tres compartíamos el lúgubre silencio de los hechos...
—Leon, ¿Podrías llevarme a casa de Todd? Te diré la dirección, por favor.
—No — contestó autoritariamente y a secas.
La respuesta tan firme de él me extrañó bastante, puesto que fue algo grosero.
—¿Por qué no?
Leon suspiró agresivamente. Pude notar que sostuvo el volante con más fuerza al hacerlo.
—Él no es bueno para ti. No es buena persona.
¡La gota que derramó el vaso!
—¿Cómo te atreves a decir eso? — alzé la voz.
—Hay cosas que no sabes...
—Es mi pareja, y lo fue hace años. Lo conozco perfectamente. No tienes derecho de hablarle así — apreté los dientes.
No obtuve respuesta. Leon se reservó sus diálogos al ver mi reacción (además ya había visto lo que era capaz de hacer)
—Gracias por todo Leon, en verdad, pero yo me bajo aquí.
—Elena, no tienes que hacerlo...
—No, ¡Sí tengo! Mi mascota acaba de morir, tengo una especie de habilidad extraña y ahora resulta que tu sabes más cosas de mi novio que yo. Lo siento Leon, quiero estar sola.
—Elena, no te vayas — exigió el pequeñito.
—Perdóname Liam. Cuídate mucho — me despedí aligerando la voz con él.
Leon aparcó a mitad de la manzana y bajé de su coche. Afortunadamente no estaba muy lejos del hogar de Todd, así que decidí caminar para aclarar la mente.
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La Profecía de ARKADIA
Science FictionElena Glitter, historiadora de 25 años, residente de Silicon Valley, descubrirá que la historia de la humanidad no ocurrió como profesan los libros. Ella, junto a su hermanastra, se embarcarán en una épica odisea por descubrir los secretos de una a...