La Profecía de ARKADIA

EPILOGO 2: FUTURO

Edifico Crawford Industries, San Francisco...

El edificio del difunto Logan Crawford había quedado con algunos daños en su estructura durante la batalla de San Francisco. Por suerte seguía en pie a diferencia de docenas de otros edificios, pero eso no era suficiente consuelo para un encolerizado chico, que poco sabe de negocios, y ahora estaba dirigiendo la empresa de su padre. Miraba, con una cara de perro adolorido, la ciudad, a través de donde se suponía que deberían de estar las ventanas, pues en lugar de eso estaban desquebrajadas en el suelo de una oficina arruinada por culpa de los piratas espaciales. Lo único que había sobrevivido era su escritorio y la laptop del joven empresario, desde la cual escuchaba la conferencia de prensa de Elena Glitter en un vídeo subido a YouWatch.

—Mh — espetó —. Todo esto es tu culpa, perra, y de los imbéciles te cubren de gloria.

—Veo que no simpatizas mucho con Glitter — dijo una voz ronca a sus espaldas.

—¿Quién es usted? — se dio media vuelta.

Se trataba de un anciano, con una bata blanca y un brazo completamente robotico que, de alguna manera, entró a la oficina sin que nadie se diera cuenta.

—Soy Derek Lehner, pero mejor llámame Spectre, Doctor Spectre.

—No lo conozco. ¿Qué es lo que quiere?

Spectre soltó una silenciosa risa.

—Su padre y yo nos llevábamos bastante bien, en su tiempo. Eramos... "socios" de un proyecto que, durante décadas, trabajamos duro en él.

—Imposible. Mi padre nunca me habló de usted, ni de ningún proyecto de tantos años.

El anciano se aclaró la garganta y, con mucha paciencia, caminó a un costado de la pared en donde había una estantería con docenas de libros sobre negocios y economía. En un costado había un globo terráqueo de oro que figuraba como un bonito artilugio decorativo, pero era más que eso. Lehner sujetó el globo, lo giró dos veces a la derecha y una a la izquierda. En pocos segundos, la estantería se partió por la mitad, revelando una entrada oculta. Ethan Crawford enarcó las dejas y separó los labios.

—Tu primero, señor Crawford — musitó Lehner, extendiendo el brazo metálico.

Ambos entraron a lo que alguna vez fue el laboratorio del Dr Spectre. Ya no había nada en él, solo uno que otro plano, dibujos e investigaciones sobre Arkadia. El trabajo de más de veinte años tirado por la borda.

—¿Qué hacían aquí? — dijo el chico, mirando alrededor.

—Pruebas, ensayos, investigaciones. De todo. Pero, sobretodo, estudiábamos a los que son como Elena Glitter, pero tu padre y yo tuvimos algunas desafortunadas diferencias y luego... bueno, ya sabes lo que pasó. Veo que compartes las ambiciones que tenía tu padre. Creo que tu y yo podríamos lograr más de lo que Logan y yo jamás pudimos.

—¿Qué clase de de logros?

—Todos. Y se me ocurren algunos planes para este mundo. Pero sobretodo, planes para Elena Glitter. ¿Socios? — extendió el brazo metálico.

Ethan aceptó.

Dr. Spectre regresará