Capitulo 11

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***************RECOMENDACIÓN: LEER BAJO LA INFLUENCIA DE LA MÚSICA***************

Oakland. Hogar de Peter.

—Me da la impresión de qué a los hombres les encanta maltratarte, Hope — bromeó.

—¡Esto es serio! — se llevó las palmas a la nuca —. No sé qué hacer. ¿Debería llamar a Ely y contarle?

—Yo esperaría a que regrese.

—El cumpleaños de mis padres... adoptivos, es en cuatro días. Yo no puedo verle la cara a Aaren después de esto.

—¿En serio crees que está cuidando bien de Charly?

Un tremendo escalofrió recorrió a Hope.

—¡No! ¡A ella no le interesa Charly! Tengo que sacarlo de ahí. Tengo que regresar.

—Yo iré contigo. Si ese tal Todd te pone la mano encima, se las verá con Batman de la misma forma que tu profesor pedófilo lo hizo.

—Se nota que el tipo se mete esteroides hasta por el trasero. Pero se agradece tu ayuda. Siempre tan lindo, Peter — dijo sarcásticamente.

Guiza, Egipto.

Fue el viaje más bonito e incómodo a la vez. Disfruté de una vista hermosa del país, pero al mismo tiempo sentía que me estaban secuestrando.

Afortunadamente no fue así y aterrizamos... en medio del desierto, cerca de la gran esfinge de Guiza. Esto cada vez se ponía más raro

—Sígame, por favor.

Al menos dijo "por favor"

Caminamos y caminamos. Estaba perdida en mi emoción ¡Las pirámides!, Dios, era tan hermoso. Saqué varias fotos mientras podía, pues Birdie caminaba muy deprisa.

Llegamos a la Gran Esfinge, por detrás. No pude apreciarla de frente. Entonces aquí es cuando mi vida cambiaría para siempre...

—Señor Birdie. Este lugar es muy hermoso, pero... no entiendo que tiene que ver con el contrato.

—Logan Crawford ya está aquí, al igual que su orden.

—¿Qué?

Sin responder, me tomó bruscamente del brazo, jalándome hasta ponerme frente a frente con el trasero de la esfinge.

—¡Oiga! ¿Qué está haciendo? ¡suélteme!

—Es por el bien de todos.

Me lanzó hacía el muro, parecía que me iba a estampar contra él. Cerré los ojos, esperando un terrible golpe, pero en lugar de eso, sentí que mis pies dejaron de pisar arena. No tuve que abrir los ojos para entender que había "entrado" a la esfinge ¿Cómo era posible? ¿Atravesé la pared? No podía ver nada, todo estaba negro...

—¡AUXILIO! — grité.

Segundos después, un par de antorchas se encendieron de la nada. Birdie estaba parado frente a mí, con las manos en la espalda.

—¿Qué quiere de mí? — pregunté, retrocediendo —¿Qué eres?

—Llámame Bird. Siento hacerte pasar por esto, pero es necesario.

—¿De que estas hablando? Déjame ir, por favor — supliqué, casi llorando.

—Te prometo que todo irá bien. Deberías estar feliz, pues eres el primer ser humano en pisar este lugar después de la gran catástrofe.

La Profecía de ARKADIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora