No puedo salvarme a mí misma

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|~Capítulo dieciséis~|

—¿Por qué esa cara... acaso no me extrañaste?—con tan sólo escuchar su voz de nuevo estaba temblando.

Comencé a hiperventilarme, el miedo me estaba envolviendo y podía sentir que cada vez el oxígeno era menos. Mi pecho subía y bajaba con intensidad, el nudo en mi garganta era cada vez más incómodo y mi vista se volvió nublada a causa de las lágrimas que se acumulaban.

Era un miedo palpable.

Jiang EunJoo, sinónimo de psicópata. Él fue la persona que se dedicó a arruinar mi vida luego de que terminamos... sí él es mi ex.

Al finalizar nuestra relación a causa de varios factores importantes en su comportamiento no dudó en perseguirme a todos lados, dentro o fuera del instituto. Cuando notó que lo evitaba a toda costa se enfureció creando miles de rumores sobre mí, que al final se desmintieron por completo.

Todo se volvió turbio al pasar el tiempo, lo conseguía fuera de mi casa en las madrugadas espiándome, estaba en cualquier lugar al que yo fuera. Por más que estuviera rodeada de personas, de mis amigos o familiares me sentía insegura y desprotegida.

Una vez pasé frente a su casillero el cuál estaba abierto, dentro de éste habían un montón de fotos mías, ya sea en el parque, en el cine, hasta en el mismo plantel de la institución y todas las imágenes eran desde un ángulo no muy lejos de mí. Ese día no dormí, estuve toda la noche asustada esperando el momento para gritar despavorida.

La gota que colmó el vaso fue el día que lo conseguí en mi habitación revisando mis pertenencias, grité como nunca y él claramente trato de callarme haciéndome daño, sin embargo mi hermano llegó y no dudó en abalanzarse sobre él.

Ese día se lo llevó la policía y consiguieron suficientes pruebas para meterlo a la cárcel. Su condena fue por acoso, invasión a propiedad privada y violencia, todo dio a unos cinco años en prisión ya que era un menor de edad.

Los meses pasaban y yo aún sufría de los nervios, me era difícil salir sin pensar que él se habría escapado de prisión e iría detrás de mi para vengarse. Mi padre decidió que lo mejor sería mudarnos pero, no cambiarme de colegio y así fue. Después de varias terapias con el psicólogo pude cerrar ese capítulo de mi vida y dejarlo atrás... tan solo tenía catorce años casi quince ¡Era una niña!

Desde entonces no supe más nada de él.

Hasta ahora.

—¿Qué haces aquí?—pregunté levantándome del suelo para alejarme de él, mientras que se seguía acercando a mí.

—Vine a verte mi niña, mi comportamiento fue el mejor de aquélla mugrosa prisión donde estaba metido y pude salir antes de lo esperado. Entré a rehabilitación y también salí por la misma razón anterior. No tardé en encontrarte mi amor y vine por ti.

Jamás pensé que una sonrisa me produciera tanto asco como la suya, era repugnante. Hice una mueca de desagrado y su sonrisa desapareció al instante, se acercó a grandes paso hasta mí y tomó con fuerza mis brazos lastimandome a la vez que me acercaba a él.

—¿Ya me olvidaste primor? Dime, ese hijo de perra se interpone entre nosotros ¿Verdad? Es por Taehyung, solo dilo y yo lo...—tan rápido cómo dijo eso me alarme, no sé de que sería capaz y no lo quería averiguar.

—¡No! Él no es nada mío, es mi amigo ¡Sólo eso! ¿Recuerdas?—quería sollozar, estaba asustada y quería llorar como una niña pequeña.

—Oh... en ese caso sigues siendo mía, como antes. Te extrañé tanto.

ʜᴀʀᴅ ʟᴏᴠᴇ - ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora