Soy malditamente ingenua

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|~Capítulo trece~|

Luego de aquélla charla motivacional en el baño con mis amigas y de enterarnos que sacaron a Hye por andar tragando antes de la hora del almuerzo, tuvimos clases regulares y evite a toda costa a Taehyung a pesar de no haberlo visto en todo el día.

A la hora de la salida preferí meterme por el centro de la ciudad y distraerme un rato antes de llegar a la casa, no podía dejar de pensar en el asunto con Kim y quería despejar mi mente por completo.

No tenía ganas de llegar tampoco.

Diría que el dulce aroma de la calle es fascinante, que el día está soleado y que era agradable caminar en un momento como este, pero no; veo todo lo negativo rodearme, huele al monóxido de los autos y al ser una hora pico las calles se comienzan a llenar poco a poco.

Decido ignorarlo y mirar la ropa que los maniquíes traen puesto, tomo algunas fotos y paso por un café helado. A este punto no me interesa si mi casa está lejos o no, me siento más relajada y tranquila sin importarme el fuerte movimiento de personas que hay en las calles.

Camino mirando todo a mi alrededor como una turista. El sonido de una corneta a mi lado me saca de mi cabeza y miro a un costado, realmente esperaba ver a un señor cincuentón con cabello blanquecino y diciendo un montón de barbaridades.

Que equivocada estaba al pensar en eso.

Era SeokJin, no me lo esperaba—Oh, hola Jinnie.

—¿Qué haces aquí a estas horas? Deberías estar en tu casa.—verifico la hora a través de un reloj que está en una tienda y me sorprendo, llevo una hora caminando.

—Yo... perdí la noción del tiempo.—sonrío algo apenada.

—¿Quieres que te lleve?—preguntó, aunque ya no faltaba mucho camino para llegar a mi casa decidí aceptar por cortesía.

—Claro, si no es molestia.—comenté neutra.

—Para nada, sube.

El camino era en silencio, sólo podía mirar el paisaje al que ya estaba acostumbrada pero aún me gustaba mirar. Las personas pasan al igual que las casas, cada vez estaba más cerca de mi hogar.

Miré de reojo a Jin y este golpeaba constantemente el volante con sus dedos, se limpiaba el sudor de la frente y exhalaba con nerviosismo. Estuve a punto de preguntarle si algo sucedía pero mis palabras quedaron al aire cuando habló.

—Soo... ¿Yo te gusto?—esa pregunta me sacó totalmente de mi órbita y zona de confort.

La respuesta a esa pregunta no la sabía, realmente ni siquiera sé que es lo que siento o quiero en este momento. Son muchos sentimientos, momentos, circunstancias las cuáles me tienen en el limbo a decir verdad y que de repente me haga esa pregunta... no me ayuda mucho que digamos.

—Yo... no lo sé Jin, es decir, tu si me gustabas y mucho, pero ahora no lo sé... estoy muy confundida en este momento.—respondí con sinceridad jugando con mis dedos debido al nerviosismo que empezaba a correr mis venas.

—¿A que se debe la pregunta?—pregunté.

—Solo curiosidad... es que me interesas.—él río con nerviosismo y siguió manejando—Digo... eres bonita e inteligente y me gustaría invitarte a salir un día.

Quería poder decirle algo, tan siquiera una palabra, pero mi garganta se secó de tal forma que lo único que salían eran tontos balbuceos. En estos instantes el shock mental me está afectando demasiado y siento cómo empecé hasta a temblar.

ʜᴀʀᴅ ʟᴏᴠᴇ - ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora