Mi querida SunHee

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|~Capítulo treinta y cinco~|

Narra Kim Taehyung.

—¡No fue su culpa!—grita HyunMin tratando
de calmar a su padre.

—¡Claro que sí, ya antes ese lunático había aparecido y no me habían informado!—contraataca el señor DaeMin.

Y tenía razón, yo debí desde un principio haberle informado a su padre lo que sucedía pero no, la insistencia de SunHee no me lo permitió, fui tan estúpido, nada de esto habría pasado.

Me sorprende que aún no haya visto las fotos, esas ruedan por internet sin tener fin.

Estábamos en el hospital, a la espera de buenas noticias o algo, HyuMin se había aparecido el día de ayer y desde entonces tampoco se había ido. Sus padres llegaron esta mañana y no han parado de gritar, sobretodo el señor Choi, sin embargo ni siquiera me dignaba a mirarlo.

Habían pasado a penas tres días desde la fiesta de Halloween..., setenta y dos horas que se sienten como los años más sombríos de mi vida, parece que el día tuviera más horas de lo habitual y cada una con minutos interminables. SunHee aún no responde a ningún estímulo, no da señales o tan siquiera hace un ligero movimiento, absolutamente nada. No he dormido, no he comido y me la he pasado aquí estos días. He bajado de peso, las ojeras que tengo son gigantescas y las lágrimas ya no me salen, no tengo fuerzas para llorar, no tengo fuerzas para nada. Tan sólo me habían dejado verla una vez y me tuvieron que sacar casi arrastrado, desde entonces mi ánimo sólo ha estado por debajo del suelo.

Lo único que me mantenía con esperanzas era el simple hecho de que ella no tenía que respirar a través de tubos, ella sólo estaba en estado vegetativo y habían más esperanzas de que despierte en algún momento.

—Déjalo HyunMin, tú padre tiene razón.—susurro con mis manos en mi cabello.

¿Qué esperaba? No lo iba a negar, no le iba a discutir ¿Para qué? No tiene sentido hacerlo.

—Taehyung deja de culparte, en primer lugar papá no debió permitir que mamá te dejara a cargo de SooMin, ¡Son dos adolecentes!. Ellos se quedaron fuera de casa más del tiempo debido, teniendo en cuenta de que no son adultos responsables, estas son las consecuencias de sus decisiones insensatas.—su madre abre la boca indignada y su padre baja la cabeza—Pero ni tú, ni yo, ni mis padres no pudimos imaginar que ese tipo saldría de nuevo. Además el romance entre ustedes era de esperarse...

Genial.

DaeMin me mira con furia y yo le doy una mirada cansada e indiferente, él se levanta y camina hasta donde estoy sentado a grandes zancadas. En tan sólo unos segundos me levanta de por la camisa y sus ojos buscan alguna reacción o a que diga algo, pero no.

—Se los dejé muy en claro antes de irme, dime que esa mierda no es cierta...—de inmediato me suelto de su agarre y me echo hacia atrás.

Tengo que controlarme, mi yo del pasado ya le hubiera partido la cara, pero no estoy ni de humor y tampoco lo haré por respeto.

—No te diré lo que quieres escuchar.—Hyun lo sostiene antes de que me golpee.

—¡Fue la primera y principal regla que te di! Todo este tiempo me han visto la cara de idiota.

—¡¿Qué esperabas, ah?! ¡¿Que no me enamorara, que ella no se fijara en mí o viceversa?! ¡Nunca te diste cuenta de nada hasta antes de irte y dejarme con ella, sólo porque te daba igual!. ¡Siempre te ha dado igual! ¡Tú hija pudo haber muerto en mis brazos, está dentro de ese maldito cuarto tratando de sobrevivir y a ti sólo te importa si somos o no pareja! Pero claro, ¿Qué vas a estar entiendo tú? Si lo único que te interesa son las cosas insignificantes en cada uno de los problemas, ni siquiera te interesa lo que SunHee piense, opine o sienta nunca de te importó, crees que el dinero lo puede todo pero no... ella necesitaba unos padres que la amaran, no que le dieran lo material y un apellido sólo por lástima. Lo peor del caso, es que ella te tiene a ti en un puto pedestal, te adora apesar de que poco fue el cariño que le diste.

ʜᴀʀᴅ ʟᴏᴠᴇ - ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora