ʜᴀʀᴅ ʟᴏᴠᴇ - ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇʜʏᴜɴɢ

Cita II

|~Capítulo veinte~|

A pesar de todo el escándalo formado tuvimos tres meseros, los cuales no pararon de discutir y sacarnos sonrisas.

La cena fue... demasiado linda y perfecta, las miradas compartidas, las risas y su compañía. Me sentía la protagonista de una comedia romántica, en dónde los personajes principales tienen su primera cita y son interrumpidos por escenas cómicas; ahora esos personajes somos él y yo, y los responsables de las escenas cómicas son nuestros "Meseros personales" aunque también eran los causantes de vergonzosos sonrojos con sus típicos "Aaww" cuando compartíamos nuestros pedidos...

Para mí, fue perfecta esta... extraña velada.

Luego de la rara y tierna noche, nos despedimos de nuestros amigos después de terminar la cena y nos encaminamos hacia su auto para subirnos en éste. El ambiente era menos tenso entre ambos, se podía notar a simple vista ya que conversábamos de lo graciosas que eran las peleas de los chicos por quién haría qué. Taehyung llevaba algo de tiempo ya manejando en un camino desconocido en mi opinión y se detuvo en un semáforo con luz roja, tal como se detuvo el carro lo hizo nuestra conversación.

Pude ver que empezó a buscar algo en la parte de atrás del auto aprovechando la situación, sigo sus movimientos y hago el amago de ayudarlo pero, me di cuenta que no era necesario.

—¿Puedo?—preguntó mostrando en sus grandes manos una banda de tela color púrpura.

Miré directamente sus ojos color avellana y me es imposible no dejarme llevar por la profundidad de ellos, un destello despedía de estos dándome el derecho de compararlo con las estrellas.

Asentí un poco dudosa y él me colocó la tela obstruyendo mi vista dejándome sentir lo nervioso que estaba por el temblar de sus manos, aquello se me hubiera echó un gesto tierno sino me sintiera nerviosa.

Mi campo de vista era nulo y los nervios ahora estaban duplicados, el movimiento del auto me indicó que otra vez estábamos en marcha. Los minutos pasaron y nos detuvimos, lo escuché salir del auto.

El camino no fue tan largo como pensé que seria, yo y mi drama.

La fuerte brisa me golpeó apenas abrió la puerta del carro, tomó mi mano y me halo levemente hacia su cuerpo, tropecé y choqué contra su anatomía. Sentí que iba a desfallecer cuando su respiración se mezcló con la mía, no hice más que tragar grueso. Empezamos a caminar y de inmediato percibí el olor a hojas, se escuchaban ramas romperse con cada paso que dábamos. Mis sentidos están más alerta ahora que mi vista es nula, el tacto, el ruido, el olor... todo me era mas sensible.

No pasó mucho cuando paramos y su mano apretó ligeramente la mía, el silencio era casi absoluto de no ser por el ruido de nuestras respiraciones y uno que otro grillo. Okay, esta situación es extraña en comparación con la cena.

—Te la puedes quitar.—apenas mencionó eso saque lo más rápido que pude la venda, tenía mucha curiosidad acumulada.

Cuando por fin podía ver otra vez era lo que claramente me esperaba, un bosque. Sin embargo nada tiene sentido.

—¿Qué hacemos aquí?—pregunté al solo ver árboles rodeándonos y una gran roca frente a mi con hojas largas.

—Esta Soo... es la última parada de nuestra noche.—lo miré confundida y como si estuviera loco—Bienvenida a "Mi lugar especial"—dijo haciendo un ademán para señalar la roca antes mencionada.

¿Que dijo qué? Bueno, tomaré en cuenta la posibilidad de alguna caída por su parte cuando era bebé y que por ello él no está bien del coco.

—¿Acaso me ves cara de fan...?—mis palabras fueron interrumpidas al verlo entrar en la roca.