En multimedia: Work Song - Hozier.
La canción termina y continúo con la misma expresión en el rostro y mi cuerpo congelado. Yo realmente ignoro si es que todo esto es un sueño, si de pronto me voy a despertar y darme cuenta de que los hombres como Leonel no existen, jamás han existido y nunca existirán. Cada cosa que hace, cada decisión que toma me sorprende a niveles peligrosos.
Bien pudo romperle la cara al idiota que ya empezaba a gritar cualquier locura como acostumbran en el bar, y él ha tomado su guitarra, subido a ese escenario y les ha dicho a todos que no estoy sola y ha escogido la canción perfecta. Lo más extraño de todo es que es así como me siento, ya no más sola en esto que llaman vida.
Me empiezo a poner nerviosa cuando las personas salen de su asombro y los rumores inician. Escucho tantos rumores a pesar de la música que ha vuelto a sonar a todo volumen y, por primera vez en mi vida me importa un comino lo que digan o piensen. Solo me importa el chico que camina y se acerca a mí... e Isaac que está enredado en los cables del sonido y se queja de que nadie lo ayuda. No sé cuánto ha tomado, lo rescataremos en unos segundos, primero quiero colgarme del cuello del chico que me mira con tanta intensidad y besar esos labios que me gustan tanto.
En cuanto lo tengo cerca es él quien me toma entre sus brazos. Sus manos poco a poco se mezclan con mi atuendo y me olvido por completo del lugar en el que estamos. Me besa con tanta suavidad y delicadeza frente a todas estas personas que me creen todo menos digna de Leo.
Algo increíble sucede, pues las pocas mujeres que han venido esta noche al bar aplauden como si esta fuera una escena de alguna película. Supongo que por más modernas que se han vuelto las relaciones y queramos cambiar el sentido de las cosas, muy en el fondo de nuestras almas y nuestras mentes siempre queremos vivir este tipo de situaciones. Queremos encontrarnos con un buen hombre que nos haga creer aunque sea por cinco segundos que somos unas jodidas princesas.
—¿Te ha gustado? —se atreve a preguntar. ¿Cómo puede decirme tal cosa? Si está por darme un ataque directo al corazón.
—No me lastimes, Leo —es mi respuesta. Es imposible sentir tanto en tan poco tiempo. Me doy cuenta de lo perdida que estoy por él al mirar esos ojos tan claros, tan bonitos como todo él.
—Nunca, gitana, nunca. ¿Me he ganado pagar la cuota, cierto? Por favor dime que sí. No he desafinado —se ríe.
—Está bien —acepto sabiendo que necesito las propinas y he dejado que gane mi lado sentimental, éste que él ha hecho que aparezca apoderándose de mi cuerpo y mis pensamientos.
—Espérame aquí.
Intenta llegar hasta la caja y los gritos de Isaac se vuelven más evidentes. Está tan ebrio. Riéndome camino hasta donde se encuentra atrapado y lo ayudo a salir. Pasa un brazo por mis hombros y también se suelta a reír.
—Malditos cables —se queja.
—¿Cuántas cervezas has bebido?
—Conté hasta la número cuatro, luego pedí unos tragos. ¿Qué cojones les echan a las bebidas aquí?
—Creo que te embriagas muy rápido —lo molesto y consigo llevarlo hasta su asiento.
—Ari —me llama—, no lo lastimes. El tipo está enamorado de ti, no lo lastimes —repite.
—No lo haré —digo no tan segura. Lo último que quiero es lastimarlo, pero por muy entusiasmada que esté y vuele en una nube sé que nos separa todo un mar de diferencias.
—Listo —escucho decir a Leo detrás de mí. Me abraza por la espalda y me da un beso en el cuello—, anda súper cantante, te llevaremos a casa y luego esta linda señorita y yo daremos un paseo.
![](https://img.wattpad.com/cover/156728864-288-k928109.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Dulce Adicción
RomanceLibro 2 de la trilogía Adicción. > *SE RECOMIENDA LEER "JOHN, LA MAYOR DE MIS ADICCIONES" ANTES DE DULCE ADICCIÓN*