Instintos salvajes: Parte 1

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Black.S: Antes que nada, debo decir que desde este capítulo retomamos el tema serio que llevará al arco central de esta temporada, aunque puede que aún quede un capítulo más de relleno por así decirlo.

Black Sparrow fuera.

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-Adam: ¡No tienes que hacer esto!» Gritó antes de tener que saltar hacia un lado y levantar una columna de diamante frente a él para evitar que varias mesas lo golpearan.

De pronto, el omnitrix en su pecho parpadeó un par de veces y la voz de su amigo se escuchó a través de él.

-Victor: ¿Cómo vas allá, amigo?.

-Adam: Nada bien. ¿Todos ya están fuera?.

-Victor: Aún hay algunos saliendo, pero las chicas y las princesa ya están fuera.

Después de decir eso, una bola de fuego impactó en el rostro de Adam, mandándolo a volar a través del salón hasta chocar con un muro. Los picos en su espalda lo mantuvieron unos segundos adherido a la pared, pero después cayó al suelo y se reincorporó rápidamente.

-Adam: Eso significa que ya no hay razón para contenerse. Gracias.

-Victor: Cuando termine acá voy para allá.

-Adam: No.

-Victor: ¿Cómo qué no? No vas a poder con todos solo.

-Adam: Eso ya lo veremos. Pero si quieres terminar con una colmena, ve por la reina.

-Victor: ¡Oye, esper-!

Antes de poder acabar lo que iba a decir, Adam finalizó la llamada y cambió su mirada exhausta hacia el frente.

Un poni de pelaje color verde pálido de edad avanzada y larga melena blanca, vestido con un traje formal apareció ante él, montado en lo que parecía ser una rana gigante.

-Adam: Tienes que detenerte, esa cosa no es lo que tu crees. Independientemente de lo que las princesas te hayan hecho, esta no es la manera» Dijo tratando de convencer a aquel poni terrestre» Solo deja ese cristal y todo esto se acabará.

-Aloysius: Es muy tarde, mi querido guardián. De todos los ponis que he conocido, pensé que tal vez tú lo entenderías. Pero si no estás aquí nada más que para detenerme entonces, solo me sirves para conseguir el ingrediente faltante para que al fin pueda cumplir con mi objetivo y dé por acabado esto. ¡Ahora, mi mascota!.

Con esa orden, la rana abrió su enorme boca y su lengua salió disparada a una gran velocidad. Adam trató de poner otra barrera de cristal para detenerla, pero no lo consiguió a tiempo, siendo atrapado por el torso y siendo arrastrado en contra de su voluntad hacia Aloysius. Y como si no hubieran suficientes problemas de por sí, el Omnitrix comenzó a tintilar en un color rojo y devolvió a Adam a su forma de poni, dejándolo totalmente cansado y sin fuerzas para pelear.

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