El inico del camino hacia la verdad.

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Han pasado ya tres días desde aquella "noche" en la que todos tuvieron la oportunidad de descansar y despejar su mente, olvidando todo lo que sucedía a su alrededor aunque fuera por unas horas. Lastimosamente, con un objetivo el cual tenían que cumplir sin importar que, al nada más despertar abandonaron la habitación de descanso para seguir su recorrido por los distintos túneles que se abrían frente a ellos.

En ese tiempo, las pruebas por las que tuvieron que pasar en cada "habitación" parecían hacerse cada vez más difíciles conforme avanzaban, y eso estaba haciendo preocupar más a cierta princesa que temía por el bienestar de los pocos grifos que ahora quedaban con ellos, además del Guardián de Equestria siempre a su lado. Pero para este último, las cosas eran totalmente distintas, ya que algo dentro suyo le decía que en lugar de que las pruebas solo se volvieran más peligrosas solo por qué sí, cómo Luna pensaba, esto solo significaba que tal vez  estaban más cerca de llegar al final de todo y acabar con esto de una buena vez.

Ciertamente eso dibujaba una sonrisa en el rostro del semental al creer firmemente en que su suposición fuera la correcta. Sin embargo, como ya se había vuelto casi una costumbre, había algo ocurriendo a su alrededor solo para complicarle las cosas. Y ese algo estaba fuertemente relacionado con la gran cicatriz que ahora cubría el lado izquierdo de su rostro, pasando por encima de su ojo.

A partir desde esa vez, los grifos se habían mostrado bastante distantes hacia la princesa y el guardián, pero no de la manera a la que ya estaban acostumbrados o de la que se podría esperar de su raza. No. Era algo un poco más diferente.

Cada vez que Luna les dirigía la palabra auno de ellos o a todos a la vez, todos acentían y/o obedecían sin rechistar a sus palabras. Siempre manteniendo la mirada agachada al estar frente a ella. Y estos mismos síntomas se presentaban en cierta grifo gruñona ex-amiga de Rainbow Dash, pero de manera más fuerte, a la hora de que Adam buscaba hablar con ella. Llegando hasta el extremo así de que ella prácticamente huía de él antes que hacer contacto visual e intercambiar palabras.

Esto causó que el grupo pasara por ciertos problemas a la hora de completar algunas pruebas, pues la comunicación entre todos era algo vital en todo momento y su "brecha" comunicativa no era más que un obstáculo en su misión.

Adam más pronto que tarde se lo hizo ver a Luna, sugiriendo hacer las pases nuevamente con ellos si es que querían salir de ese lugar todos juntos, a lo que ella simplemente le ofreció una sonrisa a su amigo y dijo:

–Luna: No.

Adam parpadeó un par de veces ante tal respuesta.

–Adam: ¿Qué? ¿Por qué?.

Él trataba de hallar respuesta, pero para la princesa de la noche, no era tan fácil decirle su verdadera razón. A ella le era imposible simplemente mirarlo a los ojos y decirle que su negación se debía al enojo que aún guardaba en su interior desde que Guilda lo atacó, y eso no era algo que fuera dejar pasar tan fácilmente.

Sus mejillas se llenaron de un leve color rojo mientras seguía dándole la espalda al poni de color negro. Adam seguía esperando escuchar la razón viniendo de su propia boca, pero Luna guardó total silencio. Dejó salir un suspiro de exasperación, bajando la mirada al suelo y cerrando lo ojos.

–Adam: Así que ahora vuelves a ser igual de simpática que antes, ¿Eh?.

Al escuchar esas palabras, rápidamente el sonrojo desapareció de su rostro y rápidamente Luna volteó a verlo con un mirada venenosa, deteniéndose en el acto. Adam de igual manera se quedó inmóvil con los ojos bien abiertos comenzando a sudar frío.

–Adam: Ehhh, lo siento. N-No lo dije de mala manera, en serio.

Con un resoplido, Luna dio media vuelta una vez más y siguió por su camino, permitiendo a Adam respirar nuevamente.

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