Vamos Otra Vez

A por la segunda.

Mientras Discord se encontraba sentado en su trono flotante, observando a los habitantes de Ponyville flotando cada uno o varios dentro de grandes burbujas de colores y cómo estos lo veían distintas expresiones, comiendo un plato de leche y tomando un vaso de galletas, cierto Poni montando en una rana mutante se acercó a él.

–Ánimo: ¿Qué es lo que sigue ahora?– Preguntó de manera maliciosa.

–Discord: ¿Qué?.

–Ánimo: Ahora que hemos tomado este pueblo con inútiles ponis y hasta el mismo Canterlot junto con el castillo, además de atrapar a uno de esos molestos humanos y a los elementos de la armonía para que no interfieran, debe haber algo más que quiera hacer, ¿No?.

Discord ante esa pregunta chasqueó sus dedos, haciendo desparecer sus bocadillos. Estiró por completo su cuerpo, brazos y piernas hasta que se escuchó un *Clack* de su espalda para después tomar una postura bastante perezosa en su asiento, con una garra sobre su barbilla. Fue después de todo eso que al fin le dio la respuesta a Ánimo que tanto quería.

–Discord: Nada– Respondió así nada más.

–Ánimo: Oh, ya veo. Espera, ¡¿Qué?!.

–Discord: Lo que oíste– Dijo sin mucha emoción y cara de aburrimiento.

–Ánimo: Tienes que estar bromeando. Dijiste que moldear una nueva Equestria conforme a tus gustos era lo que más anhelabas y por eso hiciste todo esto– Señaló con su casco a todo Ponyville y a los ponis flotando– También me prometiste mi venganza contra las princesas para que así honrara la memoria de mi padre. ¡¿Qué es lo que quieres decir con nada?!.

La habladuría y el tono irritante del anciano se estaban volviendo molestos para los oídos del espíritu del caos, así que para no tener que soportarlos más, encerró también a Ánimo junto a su rana en otra burbuja mientras que este ni se dio cuenta por seguir gritando cosas sin sentido y múltiples quejas.

–Discord: Ash, ¿Por qué siempre me junto con los raritos?.

Todo quedó en completa quietud, siendo acompañada de la dulce melodía de las últimas llamas consumiendo lo que quedaba de las pocas casas que se vieron afectadas por los monstruos de Ánimo y los rugidos de los mismos.

Una vez que Ánimo dejó de hablar, Discord reventó la burbuja con su garra, haciéndolo caer al suelo junto con gran rana que cayó encima suyo. Ahora se encontraba luchando por quitársela.

–Discord: Ahhhh, estoy tan aburrido sin nadie aquí con el que pueda pasar el tiempo. Y parece que nuestro amigo Adam ya se tardó mucho más de lo que había esperado para asistir a la fiesta– Dijo, haciendo aparecer un reloj de bolsillo en su pata de león, que movía sus agujas a una velocidad bastante rápida y fuera de lo común– Me pregunto si podre jugar con alguien más mientras tanto...

En ese momento, su brillante mirada se fijó en una enorme caja de madera que se mantenía flotando sobre el suelo no muy lejos de él, al mismo tiempo que sonreía de una manera extraña.

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(Con Adam y Luna)