—¿Podemos hablar de qué demonios sucedió allí?—dijo Nathan nervioso. Apenas le había echado un vistazo al cuerpo antes de cerrar la puerta, pero supo que no podía ser nada bueno.—¿Qué hacía un cuerpo mutilado en una habitación secreta en un edificio de negocios?
Matt conducía a toda velocidad; afortunadamente, al ser tarde en la noche las calles estaban vacías y podía ir a la velocidad que quisiera sin considerar la posibilidad de que nadie se cruzara delante suyo.
—No lo sé, pero creo que es más importante pensar en por qué Jennie decidió quedarse allí.
Nathan intentó encontrar una respuesta que sonara lógica: la chica había gritado espantada pero luego había elegido quedarse a solas allí.
—Será mejor que vayamos de una cosa a la vez.—comentó.—Ya he llamado a Morti, le he dicho que vamos de camino con dos heridos.
Matt asintió; estaban a unas pocas manzanas del Centro. En cuanto aparcaron, se apresuraron a bajar a Jake y a Kat del vehículo y llevarlo dentro. Mortimer los esperaba en la enfermería: había avisado a Tom que necesitaría dos camas y el chico no demoró ni un minuto en hacer lo que le habían solicitado. Cuando vio llegar a los chicos cargando con los demás, les señaló las camas y aguardó a que los recostaran para revisarlos.
—¿Qué les sucedió?—preguntó mientras les medía la presión.—Están blancos como fantasmas.—observó el tensiómetro y silbó, sorprendido.—Tienen la presión por los suelos.—fue hasta un armario y tomó dos bolsas de suero, un frasco sin etiqueta y dos jeringuillas, a las que les colocó agujas. Mientras les ponía la intravenosa, volvió a preguntar—: ¿Qué les sucedió?
Nathan relató lo que habían visto según lo que había alcanzado a comprender: una habitación secreta y un cuerpo colgando de sus paredes. Por el apuro, no había observado los detalles que Jake y Kat sí.
—No dejaban de temblar y vomitar.—terminó.
Mortimer estaba pensativo, analizando lo que el chico acababa de contarle, cuando notó algo.
—¿Dónde está Jennie?
—Eso es lo peor: quiso quedarse.—dijo Matt, preocupado.
—Ya deberían despertar.—comentó Tom mientras miraba su reloj. Hacía ya diez minutos que les había puesto el suero para hidratarlos, ya que con tantos vómitos se habían deshidratado casi por completo. En efecto, ambos comenzaron a abrir los ojos.—¿Cómo se sienten?
—Cansado.—dijo Jake.
—Débil.—comentó Kat.
Ambos se sentaron en las camas, con las piernas colgando y frotándose los ojos.
—Nathan me contó su versión de la habitación blanca.—comenzó Mortimer.—Ahora quiero saber la suya.—sonaba exigente.
—Había una persona colgando de la pared.—murmuró Jake.—Pero no estaba amarrado.
—¿Cómo colgaba entonces?—quiso saber Mortimer. Por el momento, un simple cadáver no sonaba tan terrible como para dejar a nadie así.
Jake recordó las vísceras deslizándose lentamente fuera del cuerpo y no pudo decir palabra.
—Sus intestinos.—dijo Kat con un hilo de voz.—Estaban... —hizo un gesto con las manos, indicando que estaban fuera del abdomen.
—Y ese olor.—susurró Jake.
—Sus ojos.
Mortimer pasaba su mirada de uno a otro; realmente había sido algo grotesco, pero no podía comprender sus reacciones tan... exageradas.
—¿Qué tenían sus ojos?
Notó que ambos comenzaron a temblar. Tom y los demás los miraban asustados: jamás habían visto a nadie así de impactados.
—Nos miraban.—dijeron al unísono.
Mortimer y los demás habían ido al comedor a buscar algo que les ayudara a despejar un poco sus cabezas. Jake y Kat se habían dormido y Tom había asegurado que necesitaban descansar. Mortimer se sintió algo culpable al ver el estado en el que estaban esos dos: el cansancio físico y mental que soportaban con sus misiones nocturnas no había ayudado, por el contrario, estaban débiles. Desde hacía ya dos semanas, todas las noches, los enviaba a diferentes puntos de la ciudad y les exigía regresar antes de determinado horario; dos veces habían demorado en llegar al Centro y los había enviado a otra misión como castigo. A eso, se le sumaban las misiones que llevaban a cabo con los demás; definitivamente estaban agotados. Se dijo a sí mismo que cambiaría a partir de ahora: misiones especiales con avisos anticipados y menos recurrentes. Un empleado cansado no era productivo, y no podía arriesgarse a perder a esos dos: era sus mejores soldados, los más capacitados física e intelectualmente para llevar a cabo cualquier misión, hasta la más extraña y peligrosa. Eran como carne y uña: conocían la forma de moverse y pensar del otro y podían trabajar sin siquiera dirigirse una palabra.
—¿Qué haremos con Jennie?—preguntó Matt, sacándolo de sus pensamientos.
—Hace ya dos horas que no sabemos nada de ella.—comentó Nathan.
Mortimer había olvidado por completo a Jennie, por lo que impartió órdenes prácticas y rápidas.
—Vayan con un equipo de rescate y otro de inspección a ese edificio y tráiganla. Los equipos sabrán qué hacer con ese cuerpo que encontraron. Informen todos sus movimientos.—dijo y les dio la espalda para poder concentrarse nuevamente en aquellos que estaban en enfermería.
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Progresión
Mystery / ThrillerAlgunas personas nacen con la capacidad de transformar partes de su cuerpo para obtener ventajas en la batalla; esto es conocido como Progresión. Jake trabaja junto a sus amigos en el Centro, un lugar donde entrenan para explotar al máximo sus prog...