Al igual que el hall, la sala era increíblemente bella: arañas de cristal con iluminación tenue, butacas acolchadas de terciopelo negro sobre un piso de mármol blanco cubierto por una alfombra de terciopelo rojo que atravesaba toda la sala y decenas de mozos yendo de un lado a otro con bandejas, haciendo gala de un equilibrio envidiable de copas de cristal y botellas de champagne. Se sentaron en las últimas dos butacas de la decimotercera fila; dos filas detrás, estaban Matt y Helen, a quienes se les unieron Nathan y Jennie. Delante suyo estaba Mortimer, quien parecía estar muy concentrado en una conversación con la directora de otro Centro.
—¿Has visto una obra en vivo alguna vez?—preguntó Jake.
—No.—dijo Kat un poco avergonzada.
—No te creo.
—No lo hagas.
Jake la contempló unos segundos.
—¿Realmente nunca has visto una obra? ¿Ni siquiera en la escuela?
—Las de la escuela no cuentan.—replicó Kat.
—Claro que sí.—insistió él.—Yo podría ser actor gracias a las obras de la escuela.—dijo con orgullo. Kat se le rió en la cara.
—No me digas.—él la miró y sonrió.
—¿Qué hay de ti?
Kat tardó unos segundos en contestar, mientras iba borrando su sonrisa y hacía un gesto de tristeza.
—No lo sé.—dijo y Jake comprendió que la conversación había muerto. Se enderezó en su butaca y aguardó a que las luces se apagaran. Los actores comenzaron a salir y la obra inició. En un principio, fue algo difícil de comprender, pero tras una hora de espectáculo, Jake logró hilar lo que sucedía. Una chica huía de su esposo en medio del bosque, un cazador la confundió con un ciervo y le disparó; cuando fue a buscar el cuerpo, el cazador descubrió su error y se suicidó. A lo largo de la obra, se supo que el cazador era el esposo de la chica, y se representaba la causa de la huída: ella había visto a sus padres morir de pequeña, y desde entonces, todos a los que amaba, morían.
Jake no dejaba de bostezar: la trama era interesante, pero no más que eso. Le echó un vistazo a Kat y se sorprendió al ver que apretaba con fuerza los apoyabrazos. Apoyó una mano sobre su brazo con suavidad y ella se sobresaltó.
—¿Estás bien?—susurró. Ella lo observó fijamente y asintió, nerviosa. Jake le acarició el brazo.—¿Segura?
Kat bajó la mirada a su mano, a sus caricias y suspiró. Se puso de pie y salió de la sala. Jake la siguió con la mirada y, cuando la vio desaparecer tras la puerta, se levantó y se dirigió rápidamente donde ella. Detrás suyo, una actriz gritaba "¿Por qué me mataste?".
Encontró a la chica sentada fuera del teatro, en las escaleras, con la mirada perdida en el horizonte. Jake, sin decir nada, se acercó a ella y se sentó a su lado. Estuvieron así unos minutos, hasta que ella rompió el silencio.
—Estás perdiéndote la obra.
—Era aburrida.
Continuaron observando las nubes pasar delante de la luna; Kat se estremeció con la brisa nocturna y se acarició los brazos, intentando mantener el calor.
—Lamento no haber traído un saco.—dijo Jake mirando su camisa.
—No te preocupes.—creyó haberla visto sonreír. Ella se puso de pie y comenzó a bajar las escaleras.
—¿Dónde irás?—Kat se encogió de hombros y caminó por la acera, alejándose del teatro. Jake bajó corriendo los escalones y la alcanzó tan rápido como pudo.—No es muy seguro que vayas así vestida por la calle y a estas horas.
ESTÁS LEYENDO
Progresión
Mystery / ThrillerAlgunas personas nacen con la capacidad de transformar partes de su cuerpo para obtener ventajas en la batalla; esto es conocido como Progresión. Jake trabaja junto a sus amigos en el Centro, un lugar donde entrenan para explotar al máximo sus prog...