Sirio [Maylor]

Capítulo 2

Todo el camino transcurrió en un profundo silencio. El chico, quién estaba sentado a un lado de Brian en el asiento del copiloto, mantenía la mirada fija en la ventanilla del auto.

Brian no sabía muy bien que hacer con él, así que simplemente condujo rumbo al motel más cercano. Cuando ambos llegaron a la recepción, rápidamente se registró en una hoja que le había tendido la mujer que estaba a cargo y pronto recibió la llave de la habitación. Ella los miró seria, pero no dijo nada.

Como el número de habitación que les correspondía era la 212 y se encontraba en el segundo piso, tomaron el ascensor. Honey parecía conocer el lugar puesto que caminaba sin tener que seguirle el paso a Brian, haciendo sentir un poco extraño a este último.

Al llegar, Brian abrió la puerta de la habitación y se hizo a un lado para que el otro pasara. El chico lo hizo tranquilamente, y cuando estuvo cerca de la cama, miró al más alto por primera vez.

—¿Quieres que me quite la ropa o prefieres hacerlo tú?

Su tono de voz era suave y tranquilo. Ya no lucía tan asustado como al principio y eso tranquilizó a Brian. Él no quería hacerle daño.

—En realidad... no deseo acostarme contigo —dijo Brian mientras se rascaba la nuca. El chico lo miró sin comprender.

—¿Entonces?

Como Brian creyó que decirle la verdad era mala idea, es decir, que había sentido lástima por él al verlo en un estado tan deplorable, mejor buscó las palabras correctas para responder.

—Yo... Solo deseaba hablar con alguien.

El chico, o más bien Honey, hizo una mueca y Brian lo miró con precaución.

—No puedo creer que me hayas hecho perder el tiempo contigo. ¿Sabes cuántos clientes pude haber tenido esta noche?

—Pues no parecías muy contento cuando viste al hombre que llegó después de mí —se atrevió a decir Brian.

Honey apretó los labios con molestia y comenzó a caminar rumbo a la puerta de la habitación dispuesto a marcharse de ese lugar, pero Brian se lo impidió.

—Hey, espera. Te pagaré la noche completa, sólo quédate.

Brian no entendía porque había dicho tal cosa, pero eso le hizo darse cuenta de lo desesperado que estaba por su rompimiento con Rachel. Sus amigos nunca le cobrarían nada por escucharlo, mas no era lo mismo abrirse ante ellos con cosas que podían hacerlo quedar como un debilucho que hablar con alguien desconocido que probablemente no volvería a ver.

El chico se giró lentamente y miró a Brian con desconfianza.

—Nadie paga solo por hablar —dijo—.  ¿Qué es lo que en realidad quieres? ¿Quieres asaltarme? Pues déjame decirte que mi situación económica no es bastante buena, sino no estaría trabajando de esto.

—Si hubiera querido asaltarte lo hubiera hecho cuadras más adelante después de haberte subido a mi auto —dijo Brian ligeramente molesto por su actitud—. ¿Siempre estás a la defensiva?

Honey no respondió. Simplemente se dedicó a observar a Brian con los ojos entrecerrados.

—No voy a hacerte daño —volvió a hablar Brian—. Sé que debe ser difícil tu vida, pero al menos aprovecha una noche como esta. No te estoy pidiendo nada a cambio, al menos no físico. Solo deseo que por esta noche me escuches y te dediques a hablar conmigo.

Honey lo miró aún con desconfianza y luego regresó al centro de la habitación para sentarse al borde de la cama. Brian suspiró e hizo lo mismo, solo que se sentó a una distancia considerable.