Sirio [Maylor]

Capítulo 15

Freddie observaba a Brian con una sonrisa discreta, siguiendo cada uno de sus movimientos con suma precaución. La presentación en el bar había terminado y los integrantes de Smile se disponían a guardar sus cosas para poder volver a casa lo antes posible. Mañana sería la cena de Año Nuevo y querían estar listos. Sin embargo, la actitud apresurada de Brian daba entender que sus planes eran diferentes.

Cuando Brian por fin terminó de guardar su guitarra en su respectivo estuche, se puso una chaqueta y prácticamente corrió hacia la puerta, pero antes de que pudiera salir del bar, Freddie lo detuvo.

—¿A dónde vas con tanta prisa, querido? —preguntó, haciendo que Brian pegara un salto y lo volteara a ver nervioso.

—A casa —respondió Brian, esbozando una sonrisa algo torcida. Le urgía visitar Whitechapel Road nuevamente ya que al día siguiente se cumpliría una semana sin saber nada de Roger y eso lo tenía muy mal.

—Ya veo —Freddie correspondió el gesto y se recargó en la puerta, bloqueando la salida. Brian resopló.

—En verdad deseo llegar a casa a descansar, Freddie. Ha sido una semana pesada.

—En eso estoy de acuerdo, Brian —Freddie colocó una mano en su hombro, listo para poner en marcha su pequeño plan—. Pero sólo quería preguntarte una cosa.

—¿De qué se trata?

—Como sabrás, mañana es la cena de Año Nuevo y pensé que sería buena idea que John, tú y yo nos reuniéramos para cenar juntos —Freddie se cruzó de brazos—. Además, tengo entendido que tus padres tampoco podrán venir a verte mañana y Deacy está en la misma situación. ¿Qué dices?

—¿Qué hay de tu familia? —preguntó Brian nervioso, pensando que sus planes de seguir en busca de Roger se verían afectados por la idea de su amigo.

—Ellos ya me tuvieron en Navidad, querido —Freddie esbozó una sonrisa al notar la ansiedad del más alto—. No deben ser tan envidiosos, hay suficiente Freddie para todos.

Brian soltó una risita —más de pánico que nada— y se acomodó el estuche de la guitarra en su mano izquierda. Todo comenzaba a sentirse terriblemente pesado. Debía hallar una excusa para poder faltar a la cena improvisada de Freddie sin herir sus sentimientos, y conociendo la actitud de éste, sabía que sería complicado.

—Es una excelente idea, pero me temo que no se va a poder.

Freddie abrió los ojos como platos.

—¿Cómo dices?

—Que no se va a poder —repitió Brian, tragando fuerte para darse valor—. Yo... tengo otros planes.

—¿Con quién? —el labio inferior de Freddie comenzó a temblar—. ¿Quién es más importante que tus mejores amigos?

—No... lo que quiero decir...

—¡¿QUIÉN?!

—Freddie...

—¿Sabes qué? ¡Olvídalo! —gritó Freddie molesto, quitándose de la puerta para dejarlo pasar—. John y yo estaremos bien sin ti. Es más, invitaremos a Victory y todo saldrá de maravilla.

—Pero...

—Qué te den, Brian May —dijo Freddie con rabia, comenzando a caminar rumbo a la tarima dónde se encontraba John acomodando un par de cosas. De inmediato, el más joven lo miró con una ceja alzada.

—¿Qué pasó, Freddie? Brian luce preocupado —dijo John, observando que Brian aún permanecía en la puerta con el ceño fruncido.

—Pasa que mañana, Victory y yo cenaremos en tu casa.