Sirio [Maylor]

Capítulo 26

—Eres un tonto.

Roger cerró los ojos y trató de ignorar los comentarios de Freddie, pero cada vez se volvían más insoportables.

—Imbécil.

—Quiero dormir un poco, así que por favor te pido que te calles y me dejes en paz —espetó Roger, recargando la espalda sobre la helada pared de ladrillos.

—¿Cómo puedes dormir cuando estamos así por tu culpa?

El rubio suspiró y lo miró fastidiado.

—¿Qué es lo que quieres de mí, Freddie?

—Sólo quiero dejarte en claro que lo que hiciste no cambiará nada —respondió, mientras sentía como el lazo que apresaba sus muñecas le cortaba cada vez más—. De hecho, creo que empeoraste las cosas.

Roger no respondió, cosa que enfureció a Freddie.

—¡Responde, maldito prostituto! ¡Te estoy diciendo que..!

—¡Ya basta! —lo interrumpió Roger eufórico. Habían pasado tres días desde el encuentro con Neil, y aunque Freddie había permanecido inconsciente durante casi un día entero, ahora que estaba un poco mejor no hacía más que provocarlo cada vez que tenía oportunidad— ¡Sé que todo esto es mi culpa, pero por favor, te pido que ya no me tortures de esta manera! ¡Sólo quería evitar que Neil te hiciera daño!

—¡Ay, por favor! ¡Eres tan considerado que voy a llorar! —Freddie trató de levantarse para enfrentar a Roger, pero sus extremidades atadas se lo impidieron— ¡Hubiera preferido que me mataran a tener que seguir con esto! ¿Sabes lo que nos harán cuando se enteren que todo lo que dijiste es mentira? ¡Nos matarán!

—¡Sólo se enterarán si sigues gritando!

—¡Tú también estás gritando!

Roger se llevó ambas manos al rostro y ahogó un grito de desesperación.

—No entiendo como Brian pudo fijarse en alguien como tú —continuó hablando Freddie, mirándolo con desprecio—. Ahora, por tu culpa, su vida corre peligro.

—Detente...

—Y ni creas que me trago eso de que tú también sientes algo por él. Conozco muy bien a los que son como tú y ninguno tiene buenas intenciones. Son unos arribistas.

—Por favor...

—Estoy seguro de que Brian no te quiere para nada serio.

—No es cierto —Roger desvió la mirada avergonzado. Nunca había tenido una autoestima alta, y pese a que Brian lo había estado ayudando poco a poco para superarlo, sentía que estaba por derrumbarse nuevamente.

—Brian siempre ha sido un hombre hecho y derecho, pero admito que yo lo corrompí un poco.

—¿De qué estás hablando?

—Fui yo quien le sugirió ir Whitechapel Road, querido.

—¿Y eso qué tiene que ver?

—Brian quería desahogarse con alguna de tus amigas esa noche, no dudes de ello —dijo Freddie, esbozando una sonrisa torcida ya que aún no podía gesticular correctamente por los golpes— Pero en cambio, decidió desperdiciar su tiempo contigo. A veces es un poco idiota.

—Sé que Brian es, como dices, un hombre hecho y derecho — comentó Roger un poco más tranquilo, pero todavía no se sentía estable—. Jamás se ha sobrepasado conmigo. Al contrario, ha hecho cosas maravillosas por mí sin pedir nada a cambio.

—Querido, date cuenta. Brian es alguien intachable y por supuesto que no iba a caer a la primera. Es demasiado correcto, sin embargo, puedo entender que fue lo que vio en ti.