Sirio [Maylor]

Capítulo 24

La pierna de John se movía inquieta, haciendo que los asientos de espera de la estación de policía se agitaran levemente. Era algo involuntario, ni él mismo se percataba de eso, pero al sentir algo cálido a la altura de su rodilla, se detuvo.

—Para, por favor —le dijo Brian en voz baja—. Estás poniéndome nervioso.

John se disculpó con la mirada y Brian alejó su mano.

—Es que no puedo evitarlo.

—Lo sé.

—Tengo miedo.

—También yo.

Unos oficiales pasaron frente a ellos y los saludaron cortésmente, a lo que los muchachos apenas y lograron responder con un «Buenos días». Habían pasado ya tres días desde que habían recibido la llamada del detective y, por supuesto, ninguno de los dos había podido pensar en otra cosa que no fuera eso. A pesar de que aún no habían pruebas que indicaran que la desaparición de Freddie estaba ligada con la de Roger, imaginarse a alguno de los dos muertos era la peor tortura que podía existir.

Brian parecía ser el más afectado de los dos, sin embargo, trataba de mantenerse a raya dentro de la estación. Estaba por recibir una noticia que probablemente cambiaría el rumbo de su vida, así que lo menos que necesitaba en esos momentos eran malos pensamientos.

—No me has dirigido la palabra desde aquella noche —dijo de repente, a lo que John lo miró sin comprender.

— ¿A qué te refieres? Hemos hablado por teléfono y ahora estoy aquí, contigo.

—Quiero decir, no me hemos hablado como se debe —corrigió Brian. Un oficial caminó hacia ellos y por un instante sintió que le faltaba el aire, pero al verlo desviarse hacia un escritorio, pudo respirar tranquilo—. No creas que he olvidado lo que dijiste.

John soltó una risita nerviosa.

—No creo que sea el momento apropiado para hablar de eso, Brian.

—Estoy demasiado nervioso como para seguir pensando en toda esta desgracia. Necesito distraerme.

— ¿Y por qué debo ser yo tu objeto de distracción?

—Porque sé que también necesitas olvidarte de todo esto —dijo Brian, sintiendo un nudo en la garganta—. Aunque sea por un par de minutos.

John suspiró y miró a su amigo con pesadumbre. Por supuesto que hablar de eso no le ayudaría a sentirse mejor en esos momentos, pero también estaba cansado de seguir ocultando sus sentimientos. Hablaría si eso ayudaba a disminuir la tensión. Haría cualquier cosa por el bienestar de Brian.

—Debo decir que hablar sobre esto es un poco complicado para mí, pero haré un esfuerzo —John esbozó una media sonrisa y bajó la mirada.

—Te escucho.

—Brian yo...

Al ver que no se animaba a hablar, Brian lo alentó.

—Tú...

—Estoy enamorado de Freddie —soltó de sopetón, desviando la mirada para evitar que Brian notara su sonrojo.

—Deacy...

—Lo sé, es absurdo —sus labios adoptaron una forma asimétrica y su rostro se tornó sombrío y ausente. Estaba sonriendo, sí, pero de tristeza.

—No es absurdo... en realidad tiene mucho sentido —dijo Brian, tratando de hacerlo sentir mejor—. Son amigos desde hace mucho tiempo y siempre has sido muy apegado a él, yo creo que-