Roger miraba fijamente el mantel a cuadros de la mesa mientras esperaba a que la mesera le trajera su batido. Frente a él, Brian hacia lo mismo. Podía jurar que de vez en cuando también lo miraba a él, y aunque no le incomodaba, no podía evitar sentirse ligeramente extraño.—Me alegra mucho que hayas ido a la presentación.
Brian habló después de un largo silencio y Roger sonrió de lado, aún sin dejar de mirar el mantel con bastante interés. Había disfrutado la presentación, de eso no tenía duda. Lo único que no podía olvidar era que prácticamente había tenido que ocultarse para que las personas no comenzarán a juzgarlo a pesar de que la posibilidad de que alguien lo reconociera como el prostituto de la calle Whitechapel Road era casi nula. No había querido arriesgarse.
—Fue divertido, tocan muy bien —respondió comenzando a hacer pequeños círculos con su dedo índice sobre la tela—. Tocas increíble la guitarra.
—Gracias —Brian sonrió emocionado —. Quería dar lo mejor de mí para que te la pasaras bien.
Roger dejó en paz el mantel y se mantuvo quieto un par de segundos, tratando de analizar lo que Brian había dicho. Esas palabras habían causado que su mente se quedará en blanco y que incluso sus manos temblaran un poco. Tenía que calmarse.
Cuando por fin se animó a hablar, tomó una gran bocanada de aire y lo miró a los ojos.
—¿Para que yo me la pasara bien?
—Sí.
—¿Por qué?
Brian temió por un momento que Roger se hubiera molestado por sus palabras, pero al ver que en realidad lo miraba con curiosidad, entrelazó sus manos sobre la mesa y se preparó para responder con sinceridad.
—Porque quiero verte feliz, Roger.
De alguna u otra forma, esas palabras tuvieron más efecto en el rubio de lo que esperaba. Todos esos años, desde que su familia había muerto, se había acostumbrado a vivir en un mundo donde la felicidad ya no existía. Cada día tenía que soportar que manos ajenas lo tocaran y lo humillaran a su antojo, y el que un muchacho al que apenas conocía se tomara la molestia de tener esos pequeños detalles con él sabiendo a lo que se dedicaba era simplemente increíble.
Sin darse cuenta, sus ojos comenzaron a cristalizarse.
—¿Por qué? —volvió a cuestionar con voz entrecortada—. ¿Por qué haces esto?
Brian se asustó al verlo en ese estado. Sabía que lo que estaba por decir era arriesgado; sin embargo, creyó que lo mejor era hablar con la verdad pese a que muchas veces sus pláticas terminaban en discusiones gracias a ese tema.
—Porque quiero que seamos amigos.
Roger negó con la cabeza lentamente, pensando que Brian seguía igual de equivocado que siempre.
—¿Cuando vas a entenderlo, Brian? —preguntó, bajando la mirada para que el otro no viera que estaba a punto de romperse—. Tú y yo no podemos ser amigos...
—¿Por qué no? —Brian intentó buscar su mirada azul —. ¿Acaso no confías en mí?
—Después de todo lo que te he dicho de mí, ¿crees que no lo hago? —preguntó—. Te he dicho cosas que nadie más sabe, Brian.
—¿Entonces?
Roger se abrazó a sí mismo en un intento de sentirse protegido y alzó lentamente la mirada, dejando ver que una pequeña lágrima se deslizaba por su mejilla derecha. A Brian, esa imagen le partió el corazón.
—Porque yo no soy bueno para ti —dijo ya sin querer ocultar sus lágrimas—. Agradezco todo esto que haces por mí, pero debes entender que una persona como yo no puede relacionarse contigo. ¿Te has puesto a pensar en lo que dirían los demás si te vieran hablar conmigo? Te mirarían de la misma forma que a mí... con desprecio.

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Sirio [Maylor]
Fanfiction"Sirio es la estrella más grande y brillante del universo, ¿lo sabías?" Brian es universitario. Roger se busca la vida en las calles. No se conocen, pero la vida de ambos cambia para siempre gracias a una visita a Witchapel Road. [Maylor]. AU. Publ...