Sirio [Maylor]

Capítulo 4

La presentación en el bar había salido relativamente bien; sin embargo, Freddie no estaba satisfecho. La banda había estado sufriendo desde hacia un par de meses por tener un buen baterista, pero ninguno era lo suficientemente responsable como para durar más de un mes con ellos.

Por el momento un amigo de Freddie llamado Victory los estaba apoyando, mas no era suficiente. Necesitaban a alguien que estuviera dispuesto por completo. Era una lástima.

Para animar un poco la noche, Freddie, Brian y John decidieron tomar un par de tragos. Victory no había podido quedarse porque tenía un compromiso, así que solo salieron ellos tres.

—Siento que esta noche estuvimos mejor que otras veces, ¿no creen? —John miró a sus amigos con una sonrisa que solamente Brian le devolvió.

—Johnny, querido, tú siempre tan optimista —dijo Freddie irritado—. Si seguimos así, jamás saldremos de este lugar. Nosotros necesitamos algo más que esto.

—Por ahora es lo que hay, Freddie. No tenemos suficiente dinero como para promocionarnos. Además, estoy de acuerdo con John, creo que esta noche sonamos mejor que nunca —dijo Brian mientras le daba un trago a su cerveza—. Victory es bueno, presiento que si terminamos de convencerlo no dudará en ser un integrante oficial de la banda.

—No, Brian.

—¿No qué? —Brian arqueó una ceja—. ¿Qué hay de malo con Victory?

—Nada, Victory es bueno, pero no es lo que necesitamos —respondió Freddie—. Estoy agradecido de que nos apoye, pero le falta más... espíritu.

—¿Espíritu? —John lo miró con curiosidad, sintiéndose un poco acalorado por el alcohol que estaba bebiendo.

—Sí, espíritu —Freddie se inclinó hacia los chicos y bajó un poco su tono de voz para que nadie más los escuchara—. He estado pensando en buscar a alguien más.

—¿Estás loco? —Brian lo miró incrédulo—. Sabes lo que nos ha costado encontrar un baterista y ahora tú quieres echarlo de la banda.

—Haces que suene como si fuera un desgraciado —Freddie lo miró ofendido—. Estoy viendo por el bien de nosotros.

—¿Y qué pasará con Victory? Seguro se molestará, no podemos hacerle eso—dijo John preocupado—. Me cae muy bien.

Freddie lo miró un par de segundos con los ojos entrecerrados hasta que otra cosa llamó su atención.

—Ay no...

Brian y John se giraron lentamente hacia donde apuntaba la mirada de su amigo, llevándose una gran sorpresa.

—No puede ser —susurró Brian.

Rachel acababa de entrar al bar acompañada de su nueva conquista.

—Apuesto a que vino a propósito —dijo Freddie mientras se levantaba de su asiento—. Pero esto no se va a quedar así.

—¿Qué vas a hacer, Freddie? —preguntó John nervioso.

—Nada grave, sólo le diré unas cositas que he querido decirle desde hace mucho tiempo.

—Déjala en paz —Brian la defendió, ganándose una mirada fulminante por parte de Freddie.

—¿Perdón?

—Que la dejes en paz —repitió Brian—. Ella no te está haciendo nada y de todas maneras ya terminamos. Tiene derecho a hacer lo que le de la gana.

—Lo que te hizo no estuvo nada bien, Brian. ¿Por qué permites que se burle de ti de esta manera?

—Ella no...