John no pudo conciliar el sueño durante el resto de la noche. Las palabras de su hermana resonaban en su mente una y otra vez, y por más que intentaba ahuyentarlas escondiendo la cabeza debajo de la almohada, le era imposible olvidarse de ellas.¿Realmente estaba enamorado de Freddie?
Ni él mismo estaba seguro de poder responder a esa pregunta... no cuando la respuesta solía variar dos o tres veces al día.
Porque para John, tener sentimientos por Freddie era como caminar sobre una cuerda floja.
Por ejemplo, había días en los que con tan sólo mirar las sonrisas sinceras que Freddie le dedicaba por haber hecho algo bien durante los ensayos, o cuando éste le pedía que lo acompañara a comprar vestimentas extrañas a las tiendas del centro porque aseguraba que su opinión era muy importante para él, John podía asegurar que estaba enamorado de Freddie Mercury.
Tan enamorado que, con tan solo pensar en él, podía sentir como si un montón de mariposas inquietas y juguetonas revolotearan dentro de su estómago haciéndole agradables cosquillas.
Sin embargo, los días en los que su mejor amigo se olvidaba de todo buen comportamiento y prefería entregarse a un par de brazos desconocidos a la mitad de la noche, en algún callejón solitario de la ciudad o en la comodidad de su auto, John podía cambiar de opinión y asegurar que no estaba enamorado de Freddie Mercury.
Era algo bastante complicado.
Además, John estaba seguro de que Freddie jamás podría fijarse en alguien como él, pues era bastante selecto respecto a los amantes que llamaban su atención.
Él no buscaba un físico espectacular ni mucho menos una buena posición económica. No, lo que Freddie buscaba en una persona era extravagancia, valentía, espontaneidad y, sobre todo, que estuviera dispuesta a compartir un par de noches con él sin ningún compromiso de por medio.
Y John estaba seguro de que no lograba cumplir ni la mitad de los requisitos.
«La única regla para estar conmigo es pasarla bien», solía decir Freddie cuando salían de fiesta, a lo que Brian reía divertido y John, con un nudo en la garganta, se resguardaba detrás del vaso de su bebida alcohólica.
En conclusión, Freddie, como amigo, podía ser la persona más leal y comprometida del universo, pero como pareja, era todo lo contrario.
Por esas razones, John prefería mejor no hacerse ilusiones. Él era consciente de que no podía controlar a su corazón para que eligiera enamorarse de otra persona, así que la única opción viable que encontraba para no sufrir por ser rechazado, era guardar el secreto.
Y aunque Brian ya estaba al tanto de sus situación, confiaba en que él no diría nada sin su consentimiento.
***
Con el sol apenas asomándose por los techos de los hogares londinenses y sin haber pegado el ojo en toda la noche, John cruzó los jardines de la universidad junto a las decenas de estudiantes que corrían apresurados para llegar a su primera clase. En consecuencia, uno que otro le rozaba el hombro por accidente, pero eso parecía no importarle, pues él tenía clase hasta las nueve menos cuarto y apenas eran las siete de la mañana.Continuó caminando con las manos dentro de los bolsillos de su abrigo para resguardarlas del frío y finalmente se detuvo frente a la puerta del edificio principal de la universidad.
Por un momento le pareció ver a Brian y a Freddie frente a él, charlando y riendo como en los viejos tiempos, esperándolo a un lado de la puerta para irse juntos a sus respectivas clases, tal y como acostumbraban a hacer todos los días de la semana.

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Sirio [Maylor]
Fiksi Penggemar"Sirio es la estrella más grande y brillante del universo, ¿lo sabías?" Brian es universitario. Roger se busca la vida en las calles. No se conocen, pero la vida de ambos cambia para siempre gracias a una visita a Witchapel Road. [Maylor]. AU. Publ...