Capítulo 28

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Tan solo dos días después, Norman estacionó el auto frente al bar listo para comenzar con su parte del trato. Eran las tres de la tarde y el negocio apenas estaba abriendo, oportunidad que le daría ventaja para poder interrogar al dueño sin ningún inconveniente.

Bajó del auto, cruzó la avenida y entró al bar. Como era de esperarse, estaba completamente vacío salvo por un hombre que leía unos papeles sobre la barra. En cuanto este se percató de su presencia, dejó lo que estaba haciendo y le sonrió.

—Buenas tardes. Aún no terminamos de abrir, pero si gusta esperar un par de minutos en seguida le diré a uno de mis muchachos que lo atienda.

—No es por eso a lo que he venido —dijo Norman—. En realidad estoy buscando a una banda que toca aquí por las noches. He recibido buenas referencias de ellos y me gustaría poder conocerlos.

—Bueno... hace tiempo tocaban aquí unos muchachos. Su banda se llamaba Smile! —respondió el hombre—. Pero... ¿Para qué los busca?

—Oh, discúlpeme, olvidé presentarme —Norman extendió su mano para saludarlo—. Soy Norman Sheffield, gerente musical, y estoy buscando a esos chicos para hablar con ellos sobre una propuesta que les tengo.

Y no estaba mintiendo. En efecto, Norman trabajaba en la industria de la música y tenía un estudio en Soho. Era bueno en su trabajo y muchas personas lo consideraban un hombre trabajador y talentoso, sin embargo, desconocían su lado oscuro. Por eso debía ser cuidadoso con lo que estaba haciendo, porque si la gente llegaba a enterarse de que disfrutaba abusar de muchachos jóvenes como Roger, estaría perdido.

El hombre del bar lo miró sorprendido y en seguida estrechó la mano de Norman.

—Mucho gusto, señor Sheffield. Yo soy John Jones, el dueño de este bar.

—Un placer —dijo Norman, finalizando el saludo—. Entonces, ¿sabe dónde puedo localizarlos?

—Lamento decirle que ellos ya no tocan aquí —respondió el señor Jones—. Hace como dos meses que se fueron; al parecer tuvieron problemas entre ellos y decidieron disolver la banda. Además, hace poco sucedió una tragedia...

Norman desvió la mirada, sabiendo a lo que se refería, así que para disimular, observó a su alrededor y se sorprendió al ver un par de fotografías colgadas en la pared. La mayoría parecían ser capturas de recuerdos importantes para el señor Jones: Fiestas, gente famosa que llegaba a entrar por un trago, reuniones familiares y de más. No obstante, una fotografía en particular llamó su atención.

El señor Jones, dándose cuenta de ello, sonrío.

—Son ellos —dijo, al tiempo que descolgaba la fotografía de la pared para mostrársela—. Eran bastante talentosos.

Norman asintió en silencio, reconociendo inmediatamente a Brian —quien tenía una guitarra en mano— y a Freddie, sosteniendo un micrófono.

«Así que Honey se involucró con un guitarrista de quinta», pensó, sin molestarse en ocultar su sonrisa.

Después de apreciar la fotografía por unos segundos más, volvió a hablar:

—¿Por qué dijo que sucedió una tragedia?

— Porque secuestraron al vocalista—se lamentó el señor Jones, señalando a Freddie en la fotografía—. Pero la policía lo sigue buscando.

—Eso es horrible...

—Me temo que sí —el señor Jones volvió a colocar la fotografía en su lugar—. Muy horrible.

—Aún así me gustaría poder hablar con los otros chicos, ¿sabe en dónde puedo localizarlos? —insistió Norman, y al notar la mirada suspicaz por parte del señor Jones, carraspeó—. Es para dejarles mis datos... por si en un futuro mejoran las cosas.

Sirio [Maylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora