taekook; sweet skin (달콤한 피부) ✨ EDITANDO

SESENTA Y UNO✨

Taehyung 

Llevo el conteo, una bitácora casi... De los días que llevo esperando, de los días que llevo sin dormir y la paso escribiendo en un cuaderno viejo de secundaria escribiendo una canción para él.

Hoseok no se ha presentado a trabajar desde hace dos semanas y me preocupa. Se supone que los dos rentamos esta casa para nuestra comodidad, y en cambio, parece que Nyun toma su lugar. Contesta mis mensajes diciendo que está bien y que está ocupado por algunos asuntos personales, pero no sé si creerle. 

Después de darle un último vistazo a los planos del edificio para la empresa, tomo mi café que compré en la mañana y salgo de las oficinas. Antes de caminar hacia el hospital, saco un cigarro y lo enciendo. He vuelto a fumar como antes, y ya se ha hecho un hábito de nuevo. Me quita el estrés, y queda bien con este frío infernal. El mes pasado le dije a la madre de Jungkook sobre lo sucedido, y hubiera deseado por una parte no decirle, porque se preocupó tanto que ahora ella también se encuentra en Sydney. En cuanto a su esposo cabrón, está disfrutando de un par de cervezas en su hoyo de soledad. Pensándolo bien, ese estúpido es igual a mi.
Sigo disfrutando de mi cigarro con calma, pero me asusto cuando veo que un auto gris se estaciona frente a mi. Nyun sigue en la oficina, así que no puede ser él. Cuando la puerta del copiloto se abre, sale la madre de mi bebé. Sonrío al verla, ya que es lo más cercano que he tenido a un madre durante este tiempo, y porque es un gran apoyo para mi.

—¡KIM TAEHYUNG, SUELTA ESE CIGARRILLO EN ESTE MOMENTO! —Me grita enojada  mientras se acerca a mi. No dejo de sonreír ya que, siento lindo que me esté siquiera regañando. Tiro el cigarro a la mitad y lo piso para que se apague por completo.

—Listo, está en el suelo —le digo abriendo mis brazos para recibirla con un abrazo. Me mira haciéndose aún la enojada y me abraza acariciando mi cabello. Cierro los ojos al sentir su cálido abrazo que me tranquiliza—. Gracias por venir de nuevo —susurro feliz.

—De nada, mi Tae Tae. Estaré siempre para ustedes dos —me toma de mis mejillas y choca su frente con la mía. Vuelve a tomar mi cabello y lo revuelve para después caminar hacia el hospital.

—A Jungkookie le ha crecido el cabello, se ve realmente hermoso —confieso un poco sonrojado, ya que aún me cuesta expresar mi sentimientos con mi suegra/madrastra.

—Si, le queda bastante bien, aunque sigo enojada por lo de su tatuaje. ¿Tu lo sabías? —«¡ups!». Jungkook ya no es un niño pequeño, es mayor y tiene derecho y decisión sobre su cuerpo.

—Si, lo sabía. Justo cuando se lo hizo, me lo dijo, pero él tiene derecho a...

—Lo sé, lo sé... —Me interrumpe con una sonrisa muy tierna— Mi Jeon ya es grande y... Cómo quisiera que su hermano estuviera aquí...—Si, los problemas familiares no solo los tengo yo, y en verdad me causa tristeza que Jungkook no haya visto a su hermano durante un largo tiempo. No sé si en verdad está en Estados Unidos, pero creo que no debería involucrarme, aunque ese chico también se convirtió en mi familiar. No digo nada, ya que no sé qué decir exactamente. Antes de llegar al hospital, me encargo de comprar unos grandes ramos de flores; unas blancas y otras rojas. Cuando las tengo en mis manos y espero a que la mamá de Jungkook vuelva de comprar unas galletas, le estiro a mano con las rosas blancas y me inclino mostrando respeto.

—Usted es demasiado buena para ser verdad. Sé que jamás podrá remplazar a mi madre, pero a decir verdad, está llenando un gran vacío en mi, al igual que Jungkook lo ha hecho. Gracias por ser tan buena madre —no la miro cuando hablo, hasta que ella toma el ramo de flores y huele mi temor, por poco y siento que mis problemas también.

—Tú eres bondadoso, fiel, humilde y amoroso, algo  que tu madre te inculcó desde pequeño, y algo que yo no puedo enseñarte tan bien como ella, pero con tu madre te comparto a ti, porque yo te cuidaré y te amaré, tal y como ella prometió hacerlo por siempre... —Evito llorar por estas palabras que alientan a creer a la idea de que en realidad en este mundo no solo somos Kookie y yo, sino que existen personas con un gran corazón, que te hacen sentir una compañía inigualable como ahora.