taekook; sweet skin (달콤한 피부) ✨ EDITANDO

TREINTA Y NUEVE🌈

"Quiero verte sonreír, no solo llorar y sollozar. Eres la base de mi felicidad, y quiero ser la tuya también"

Jungkook

No me importa empujar a las personas a mi lado para poder intentar despertarlo. No sé qué ha pasado con él. De pronto cayó rendido mientras yo hablaba.
Los paramédicos me hacen a un lado con fuerza al notar que tomo las mejillas de Taehyung he intento despertarlo.

—¿Qué le pasó? —pregunto aún con mi voz ya perdida casi por completo. Las personas a mi alrededor no contestan y en cambio atienden a Taehyung—. ¡He preguntado algo! —Tomo el hombro de un chico rubio.

—Está inconsciente, eso es todo, pero no podemos dejarlo así por mucho tiempo —me contesta con una cara muy piadosa. Esto es una pesadilla, un infierno. Todo sucedió tan rápido, que apenas me da tiempo de asimilar todo: una nueva parte de Taehyung a la cual no me quiero acostumbrar, el hecho de saber que Hoseok no se encuentra bien, que la boda de nuestros padres haya sido un desastre... Y el tema de Taehyung me sigue aterrorizando. Continúo con mis lágrimas viendo a Tae como si estuviera dormido. Tomo su mano sana y la acaricio tratando de consolarlo aunque no lo sepa. Después, la cubro con mis dos manos mientras observo bien cada facción suya. Sus pestañas que resaltan al tener los ojos cerrados, el pequeño lunar en su nariz, su piel bronceada... Aprecio la gran perfección de un hombre a quien he destruido por miedo. Terminé causando lo que no quería.

La llegada al hospital fue rápida a como lo imaginé, y no me dejaron permanecer mucho tiempo a su lado. Confirmaron que mañana saldría, y que lo más seguro era que tuviera anemia, que estaría débil, y que tratara de darle las vitaminas necesarias. Hoseok perdió mucha sangre, y es imposible que se recupere en menos de dos días cuando la herida es profunda. Vendré, a ver a los dos, ya que soy responsable de lo que ha sucedido. Está claro que Sook Mi está destruida, sin vida y llena de tristeza a la par que odio. Pero estoy seguro que no hemos obtenido la victoria, aún la veo con intenciones de no detenerse. Esto le dio más motivos para acabar con nosotros, algo que jamás pasará. El camino de Taehyung y el mío no se van a separar tan fácil.

Hoy, después de dos días de lo sucedido, han programado una fecha para el juicio. Tuve que contarle que Sook Mi me obligaba a mantener relaciones con ella, aunque sabía que iba a enloquecer, tenía que hacerlo para el juicio.
Mantengo la carta del aviso en mis manos temblorosas con Taehyung a mi lado. Está recargado en el sofá con la mirada puesta en la nada.

—Conseguiremos un buen abogado...

—No quiero dejarte solo, y yo no quiero estar sin ti —dice de pronto haciendo pucheros—, pero lo que hice no tiene perdón, ni siquiera de Hoseok —la manera en la que llora es la misma que la del día que sucedió todo este enredo; increíblemente intensa.

—Ya... Las desgracias no paran, y será mejor que llevemos esto bien. Estoy harto de verte llorar, estoy harto de verme llorar. Te propongo algo... ¿Salimos adelante juntos? —de alguna u otra forma yo tenía que llevar la iniciativa, y a pesar de que no siempre es así, lo hago por él. Este sufrimiento ya casi se vuelve una costumbre.

Suspira y mira la sonrisa que le ofrezco a pesar de que en sus adentros estoy seguro que su prioridad es hacerse a sí mismo pagar por lo que hizo... Algo que sé que no lo hizo con intención de algo malo. Esa persona no era él, y ahora que pienso, eso es malo. Tal vez lo que necesite sea su psicólogo. Pero tengo miedo a que lo lleguen a encerrar por locura, por una doble personalidad que no conozco del todo, no lo sé.

Creo que lo mejor es mantenerme a su lado sin importar qué. Nuestra unión es más grande que cualquier psiquiátrico. Taehyung me mira con una leve sonrisa y se reconforta con un abrazo mío. Sube y baja su mano por mi espalda y dice: